Agua, sal, azufre… estos aceites de motor pueden con todo.
En este blog ya te hemos hablado de lubricantes para coches, para camiones y maquinaria pesada e incluso para tractores. También para motos. Resumiendo: te hemos ilustrado sobre aceites para prácticamente cualquier vehículo con motor y ruedas.
Bien, pues resulta que la oferta de lubricantes de motor no se queda ahí. De hecho, hay aceites incluso para vehículos que no tienen ruedas. ¡Exacto! Lo has adivinado: nos referimos a los lubricantes para barcos, unos productos que funcionan en entornos muy exigentes y que tienen sus propias peculiaridades.
Como ya sabrás por los vehículos terrestres, los lubricantes pueden enfrentarse a distintos ambientes de trabajo del motor. Por ejemplo, pueden variar la velocidad de funcionamiento, las cargas sobre el vehículo, o las condiciones ambientales en las que se mueva (polvo, altas y bajas temperaturas…)
En cuanto a los barcos, el tipo de aceite que se debe utilizar dependerá del tipo de embarcación o del uso que se haga de ella. Por eso, en el caso de barcos costeros y yates o veleros de cierto tamaño se encuentran normalmente motores que proceden de vehículos pesados como camiones. Sin embargo, en naves como yates pequeños o lanchas, nos podemos encontrar incluso motores de coches. No es algo muy normal, pero hay gente muy manitas.
Por otro lado, cuando hablamos de barcos de altura, que son los que se pasan mucho tiempo en las zonas de pesca, nos encontramos motores de dos o de cuatro tiempos y de tamaño mucho mayor que los de los barcos costeros. Piensa que en algunos pistones se podría meter el salón de tu casa.
De esta forma, se dan condiciones de trabajo distintas según el motor y el tipo de trabajo que se realiza en cada embarcación.
¿Qué factores influyen a la hora de elegir un lubricante para barcos?
Lo primero que debemos tener en cuenta es el combustible utilizado en función del tipo de motor. Normalmente, en barcos y lanchas que se mueven cerca de la costa se utiliza gasóleo. Sin embargo, los que navegan en alta mar puede emplear fuelóleo o mezclas de gasóleo y fuelóleo. ¿Por qué es así? Pues por el precio de estos combustibles, ya que los barcos de altura suelen consumir mucho más que los costeros.
En el caso de las embarcaciones que utilizan fuel, la concentración de azufre en el combustible es mucho más elevada y se producen muchos más residuos en la combustión. Por este motivo, los lubricantes de motor que se emplean en estos motores tienen más aditivos detergentes, dispersantes y TBN, que sirve para eliminar el ácido que se forma al quemar el carburante. En este caso, estaríamos hablando de aceites especiales para marina de altura.
Si nos referimos a los barcos costeros con motores de vehículo pesado marinizados, es decir, adaptados para su uso en el mar, el combustible que se utiliza es el gasóleo. Por eso, deberíamos utilizar lubricantes que responden a las necesidades de un propulsor de este tipo en un trabajo de vehículo pesado.
Así pues, hemos dejado claro que el combustible es el primer elemento que diferencia los productos para barcos, especialmente en caso de los de pesca.
Agua y sal, el más difícil todavía
Existe un problema que los barcos tienen en común con muchos motores en vehículos terrestres: la humedad. En este último caso, piensa en una máquina que trabaje, por ejemplo, en una mina. Allí hay una gran cantidad de humedad en el aire que se puede condensar en el motor, motivo por el cual nos podríamos encontrar agua en su cárter.
Aunque se trata de un problema habitual, lo cierto es que en el caso de los barcos se multiplica: cuando hablamos de la humedad en el mar, estamos hablando de agua cargada de sal. Eso es lo que se condensará en el motor y, como resultado, provocará corrosiones más importantes que en el caso de la humedad en ambientes no salinos.
Así, en la formulación del aceite para barcos es necesario aumentar la aditivación anticorrosiva y antiherrumbre. También será necesario aumentar la protección antidesgaste para el motor.
Un lubricante para cada tipo de motor
Ya has visto cómo, en cualquier tipo de vehículo, la clase de motor y el ambiente de trabajo influyen mucho sobre el tipo de lubricante que hay que utilizar. Para garantizar su vida útil, el aceite debe adaptarse como un guante a sus requisitos.
Por eso, los fabricantes de aceites debemos desarrollar gamas dirigidas a las necesidades de trabajo que se dan en los distintos sectores en los que trabaja un vehículo. En el caso de Total, un buen ejemplo de ello serían las siguientes gamas:
- Gama Rubia: para flotas de transporte, que suelen trabajar a altas velocidades y altas cargas.
- Gama Rubia Works: para motores que trabajan a bajas velocidades y altas cargas. Además, está especialmente formulada para resistir a ambientes cargados de polvo en los cuales se da aspiración, que puede dar lugar a problemas en la combustión.
- Tractagri: para vehículos que funcionan a bajas velocidades y altas cargas, pero con menores problemas ambientales que en el caso anterior.
- Caprano: para desarrollos a bajas velocidades y altas cargas, con presencia de humedad del mar y para distintos tipos de combustible (gasóleo, mezclas de gasóleo con fuelóleo…)
El lubricante adecuado debe tener en cuenta, como principal prioridad, la protección del motor y también debe ofrecer una elevada fiabilidad. Además, no debe perder de vista la rentabilidad en función del trabajo que realice el vehículo. Así que ya se trate de una embarcación o de un automóvil con ruedas, nunca olvides elegir lubricantes de calidad adecuados para su motor.
2 comentarios en “Lubricantes para barcos, el más difícil todavía”
hola quisiera saber si el aceite volvo 15-45 de camión vale par barco con motor volvo
Buenas, en principio las normas son equivalente. Pero debe ver en el libro de mantenimiento del motor VOLVO de su barco que le indican. Actualmente las normas VOLVO son más exigentes que hace unos años, por lo que el producto recomendado podrías ser diferente.