Evita averías y aprovecha al máximo el buen tiempo con tu vehículo.
¡Ah, el verano! Todo el año suspiramos por su llegada y la verdad es que ya está a la vuelta de la esquina. Días de sol, vacaciones para los más afortunados, temperaturas agradables… para muchos es la mejor época del año y lo cierto es que razones no les faltan.
Este ambiente tan agradable invita a coger el coche para hacer excursiones y explorar rutas. Eso sí, para poder hacerlo con toda comodidad y evitar sobresaltos en forma de avería, conviene que controles el correcto funcionamiento de ciertos componentes. Unos neumáticos desinflados o un aire acondicionado que no funciona pueden transformar cualquier planazo en una pesadilla. Por suerte, algunas partes de tu automóvil requieren mantenimientos muy sencillos y esto puede ayudarte a evitar problemas.
¿Quieres sacar el máximo rendimiento a tu verano? Asegúrate de que tu vehículo funciona en óptimas condiciones.
Ocho puntos de tu coche que debes revisar en verano:
Si te preguntas qué componentes de tu vehículo conviene comprobar antes de viajar en verano, esta sencilla lista que te ayudará a asegurarte de que estás listo para partir:
- El aceite del motor
Este es uno de los elementos más básicos (e importantes) del mantenimiento. El aceite es esencial para mantener un funcionamiento correcto del motor. En verano, la temperatura ambiente es más alta de lo habitual. Si, además, conduces durante largo tiempo porque realizas trayectos largos, el motor de tu coche será más susceptible al sobrecalentamiento. Y ya sabes que el lubricante te ayuda a tener este problema bajo control.
- Limpiaparabrisas
Las partículas finas de polvo y suciedad que se acumulan en el parabrisas son un compañero constante en los cálidos meses de verano. Conviene evitar que entorpezcan tu visibilidad, por eso las escobillas limpiaparabrisas deben cumplir correctamente con su función. Si tienen las gomas gastadas, necesitarás sustituirlas. Además, conviene que limpies el parabrisas por dentro y por fuera antes del verano y que tengas el depósito de líquido lavaparabrisas siempre lleno.
- Aire acondicionado
Enciéndelo antes de salir para asegurarte de que funciona correctamente. Es posible que no lo hayas activado desde el verano pasado y que, si existe alguna avería, esta te haya pasado desapercibida. Cambia el filtro de aire y de polen para asegurarte de que el aire dentro de tu coche está limpio y fresco, especialmente si tienes alergias.
- Los neumáticos
Examina las bandas de rodadura de los neumáticos, es decir, la parte que entra en contacto con el suelo y que tiene el dibujo. Busca signos de desgaste o bultos y, si es necesario, cambia los que estén gastados o rótalos para asegurar un desgaste uniforme. Comprueba también la presión del aire de manera regular. Ten en cuenta que la temperatura puede oscilar entre el día y la noche: esto puede provocar una pérdida de presión que desembocará en un mayor consumo de combustible.
- Refrigerante motor
Lleva tu coche al taller y pídele al técnico que verifique el nivel de refrigerante. Si es necesario, rellénalo. Tal y como te hemos comentado, al motor le resulta más difícil mantener una temperatura óptima de funcionamiento durante los meses de verano.
- Correas y mangueras del motor
En el taller también pueden comprobar el estado de las correas y mangueras de tu vehículo. En concreto, inspeccionarán estos elementos para buscar grietas, fugas y abultamientos. El calor del verano puede empeorar estos problemas si ya estaban presentes, algo que puede terminar en avería. Recuerda: lo mejor es resolver los problemas antes de que surjan.
- Batería
Asegúrate de que tu batería también se encuentra en buen estado, sobre todo después de los importantes esfuerzos a los que se suele ver sometida en invierno. Debes hacer lo mismo si tu coche ha estado parado durante mucho tiempo, ya que se puede haber descargado.
- Faros
Comprueba que tus faros no están opacos y que todas las luces funcionan correctamente. Cambia las bombillas quemadas y limpia los faros que puedan estar sucios o presenten cierta opacidad.
Todos estos son pasos muy sencillos que te pueden ayudar a reducir la posibilidad de sufrir una avería. Recuerda que, si te toca cambiar el lubricante de tu vehículo, debes elegir siempre aceites de calidad contrastada y adecuados al motor del automóvil. Y no olvides disfrutar a tope del verano.