¿Sabías que en verano tu coche tiende a gastar menos combustible? Total te explica cómo aprovechar al máximo ese ahorro.
Vacaciones, viajes, terracitas, paseos helado en mano… No es que sea la vuelta al cole, pero lo cierto es que el verano no es la mejor época para la economía familiar de muchos. Por suerte, el coche hace todo lo posible por ayudar a aliviar este período de gastos extra, ya que su tendencia en los meses de calor es a consumir menos combustible.
Sí, has leído bien. Tu coche se pone él solo en modo ahorro de combustible durante el verano. Esto tiene su explicación: el motor alcanza antes su temperatura óptima de funcionamiento gracias al ambiente exterior y el aire ofrece menos resistencia aerodinámica al avance del vehículo.
Con todo, este hábito que tiene tu coche y que es tan saludable para tu bolsillo tiene su contrapunto, que no es otro que el aire acondicionado. Su uso aumenta el consumo de carburante, ya que utiliza la energía del combustible.
Así que a continuación te damos algunos consejos sobre cómo acondicionar el interior de tu coche para que puedas ahorrar combustible en verano:
– Usa el aire acondicionado solo cuando sea necesario: su uso continuado puede llegar a implicar hasta el 8% de aumento de consumo de carburante extra. Este efecto de aumento de consumo de energía se da también en los coches híbridos y eléctricos, dado que emplea electricidad para su funcionamiento.
– Olvídate del aire acondicionado en ciudad: procura evitar su uso en este entorno y a bajas velocidades. En su lugar, abre las ventanillas.
– Acuérdate del aire acondicionado a altas velocidades: al contrario que en el anterior ejemplo, es mejor que cierres las ventanillas y emplees el sistema de climatización si circulas a alta velocidad. Esto se debe a que las ventanas abiertas aumentan el roce del vehículo con el aire, lo que supone un freno sobre todo si circulas rápido.
– Antes de ponerlo en marcha: si tienes pensado encender el sistema de aire acondicionado, primero baja las ventanillas para refrescar unos grados el interior del coche. Cuando ya lo vayas a activar, súbelas de nuevo. Así conseguirás que el sistema trabaje menos y ahorrarás algo de combustible.
– Gradúa bien la temperatura: en el interior del vehículo, esta debe encontrarse entre los 20 y los 24 grados centígrados. Si el termómetro baja de ese punto, el consumo de carburante puede aumentar muy rápidamente y superar el 10%.
– Busca la sombra: si aparcas en una zona en la que el sol no pueda encontrar tu coche, mantendrás su interior a una temperatura más baja. Como a veces encontrar aparcamiento en estas condiciones es mucho pedir, recuerda que el parasol es un importante aliado para paliar la incidencia del calor y evitar quemaduras al tocar el salpicadero o los asientos.
Si tu objetivo consiste en ahorrar combustible, ya sea gasolina o diésel, recuerda que mantener periódicamente tu vehículo con un aceite de motor de calidad y adecuado al automóvil es una de las mejores estrategias que puedes seguir.