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Neumáticos, lubricante, filtros… Total te explica cómo debes mantener tu coche para que no consuma de más.
Son muchos los elementos de un coche que influyen sobre el consumo de combustible. Por ejemplo, el estado de lubricante y neumáticos es muy importante para ahorrar al máximo. Otros componentes como los filtros o el líquido refrigerante también tienen mucho que ver con las veces que pasas por la gasolinera a repostar.
Por todo esto debes tener en cuenta que un mantenimiento correcto de tu coche te ayudará a mantener el consumo de combustible a raya. De hecho, realizar las revisiones según las normas y los plazos que indica el fabricante puede colaborar a la hora de reducirlo. Esta es la manera en la que te asegurarás de que el motor funcione como debe, es decir, de manera eficiente y con un nivel de consumo adecuado, que siempre será inferior al de un automóvil con un mantenimiento deficiente.
A continuación te ofrecemos algunas claves para un mantenimiento correcto del coche:
– Revísalo cuando indica el fabricante: si lo llevas al taller en los kilometrajes establecidos, favorecerás un consumo de carburante correcto.
– Cambia el aceite cuando toca: alargar los intervalos de sustitución del lubricante producirá una degradación más rápida del fluido, así como el aumento de suciedad en el mismo. Esto conlleva una pérdida de propiedades y la falta de protección del motor, lo que supone un envejecimiento más rápido del propulsor y un aumento del consumo de combustible.
– Consulta el libro de mantenimiento: allí encontrarás información sobre la calidad requerida para el aceite, según indicaciones SAE, ACEA, API o las propias normas del constructor. Con ellas te asegurarás de que el producto que utilices proporcionará la máxima protección al motor, mantendrás un consumo de gasolina adecuado y el motor se mantendrá “joven” durante más tiempo.
– Emplea aceites sintéticos: si están recomendados en el libro de mantenimiento, recurre a ellos. Ten en cuenta que los lubricantes 5W-30 y 0W-30 reducen el consumo de combustible alrededor del 3%, frente a los 10W-40 y 5W-40. Si tienes dudas, pregunta en tu taller de confianza si se pueden utilizar para tu vehículo.
– Cambia el filtro del aire: esta operación se debe realizar siempre que sea necesario, ya que un filtro de aire sucio restará potencia y eficiencia al motor.
– No olvides los filtros del aceite: si están sucios, afectarán a la combustión y aumentarán el consumo de carburante, así que es mejor seguir las indicaciones de mantenimiento del fabricante.
– Mantén los neumáticos alineados y correctamente inflados: si circulas con cubiertas a la presión adecuada, ahorrarás gasolina y aumentarás la vida útil de estos elementos. De hecho, un neumático con la presión por debajo de la indicada por el fabricante incrementa el consumo unos 0,25 litros cada 100 kilómetros. En cuanto al desgaste, es posible que si circulas con las ruedas así tengas que sustituirlas antes de los 80.000 kilómetros.
– Ojo al líquido refrigerante: debe sustituirse periódicamente según las indicaciones del fabricante, ya que se degrada con el tiempo. Su función consiste en mantener el motor dentro de un intervalo de temperatura adecuado para evitar problemas de desgaste por efecto del calor. Si no se mantiene en ese rango de temperaturas, el consumo de combustible aumentará.
– Recuerda los frenos: cambiar el líquido de frenos según las especificaciones del constructor del vehículo y revisarlos periódicamente permitirá que las pastillas de freno y las zapatas duren más. Sobre todo, se trata de una cuestión de seguridad.
Aunque te pueda parecer que revisar tu vehículo es caro, en realidad lo es mucho más descuidar su mantenimiento. De hecho, circular con él en las mejores condiciones disminuirá los problemas derivados de averías, alargará su vida útil y hará que el motor funcione de manera óptima, por lo que el consumo de combustible también será menor. No olvides que, para conseguirlo, es muy importante que utilices un aceite de motor de calidad en todas las revisiones del vehículo.
