¿Sabías que el estilo de conducción y el diseño del motor influyen a la hora de tener que rellenar el cárter con aceite? Total te explica por qué.
Aunque el taller haya puesto la cantidad adecuada de aceite al coche en la última revisión, lo más probable es que de vez en cuando haya que rellenarlo. ¿Cómo puede ser esto? ¿Cuáles son las causas de esa pérdida de aceite? ¿Por qué sacamos la varilla y comprobamos que el nivel de lubricante del coche está bajo, si nunca vemos charquitos debajo de él? ¿Es que hay duendes en las carreteras que se lo llevan?
La respuesta es que el vehículo no sólo consume combustible: también consume aceite. En este artículo te explicaremos, a grandes rasgos, algunas causas que provocan este tipo de pérdida de aceite en un coche.
Causas del consumo de aceite motor
En primer lugar, es importante aclarar que todos los vehículos consumen aceite. Esto se debe a que el lubricante entra dentro de la cámara de combustión y se quema junto con el combustible, por lo que de vez en cuando es importante revisar su nivel.
Más concretamente, podríamos decir que el consumo de aceite en un coche se debe a dos causas principales: el diseño del motor, que es el que conduce al lubricante dentro de la cámara de combustible, y el propio estilo de conducción.
Así influye el diseño: combustión y salida de gases
Respecto a cómo influye el diseño del vehículo en el consumo de aceite, aspecto sobre el que daremos más detalles en próximos artículos, conviene tener en cuenta que el lubricante se mueve constantemente por la zona situada alrededor de la cámara de combustión, lo que provoca que acabe entrando en la misma. De hecho, el diseño del motor obliga a que el aceite tenga que entrar tanto en la zona del pistón (segmentos, gargantas, camisa) como a la zona de válvulas (asiento, eje…).
En función de las holguras que haya entre las piezas, entrará más o menos lubricante. Como hoy en día los motores presentan holguras más pequeñas, consumen menos aceite porque éste roza más con los componentes y tiene más difícil llegar a la cámara de combustión. Esta es una más de las razones por las que es necesario trabajar con aceites de calidad y adecuados a cada motor, ya que hoy en día se recomiendan aceites con grados SAE más fluidos.
Sean como sean las holguras citadas, cada vez que el pistón llega al punto muerto superior (máxima compresión del motor) accede cierta cantidad de aceite a la cámara de combustión, que se acaba quemando.
Sin embargo, el aceite no desaparece del coche sólo por combustión, también lo hace por evaporación en otras zonas. En concreto, el aceite que lubrica la válvula de escape se ve sometido a las altas temperaturas que provocan los propios gases, lo que produce su degradación o su evaporación.
En resumen, todas estas condiciones provocan que el coche consuma aceite, en unos casos por combustión en la cámara y en otros, en la salida de los gases de escape.
¿Por qué dos coches del mismo modelo consumen más o menos aceite?
El consumo que hemos definido hasta ahora es el inherente al vehículo, que depende de su mismo diseño. Sin embargo, a veces se observa que dos coches iguales consumen distinta cantidad de lubricante. Esto se debe a que estos dos vehículos tienen distintos conductores, con diferentes estilos de conducción.
Con cada expulsión de gases quemados de la cámara de combustión, se produce consumo de aceite en la zona de la válvula de salida de gases. Por ello, cuanto más revolucionado funcione el motor, más veces se producirán esas expulsiones y el vehículo consumirá una mayor cantidad de lubricante.
Así pues, podemos concluir que el misterio del aceite que desaparece silenciosamente en los vehículos depende del estilo de conducción, ya que la velocidad y las revoluciones empleadas aumentan el consumo cuanto más elevadas. Del mismo modo, el propio diseño del coche influye en este apartado, ya que el tamaño de las holguras en el motor llevará a un mayor o menor consumo en función.
En un artículo posterior te ofreceremos más detalles técnicos sobre la influencia del diseño en el consumo de aceite, así como los motivos por los que puede variar ese consumo en un vehículo.