Desde que compras tu coche hasta que lo llevas al taller, ahorrar combustible es cuestión de pequeños gestos.
Ya hemos visto en un artículo anterior las cinco reglas básicas de la conducción eficiente, que te ayudarán a ahorrar combustible. Todas ellas están relacionadas con hábitos que todos tenemos a la hora de ponernos al volante y sobre los que deberíamos reflexionar, desde que nos compramos un coche y hasta que lo llevamos al taller.
Por este motivo, te proponemos algunas reflexiones que te servirán para evaluar si tus hábitos son los más adecuados. Algo especialmente útil si te preguntas cómo conducir para ahorrar combustible.
– Piensa en tus necesidades reales al comprar un coche nuevo: aunque te apetezca mucho ese biplaza con la parte trasera llena de tubos de escape, puede que tus circunstancias no encajen con tus deseos. Además de contar caballos o centímetros cúbicos, no olvides consultar la información sobre los consumos medios del coche: así podrá elegir el más eficiente y adecuado para ti. Normalmente, si recorres más de 20.000 km al año, te compensará un coche diésel. Si sumas menos kilómetros y lo vas a emplear más en ciudad o viajes cortos, los gastos serán inferiores al elegir uno de gasolina.
– No descartes el transporte público: a veces es una buena alternativa para viajar, ya que en determinadas circunstancias puede ahorrar tiempo y dinero, además de reducir las emisiones contaminantes.
– Reduce tu velocidad de marcha: necesitarás más tiempo para viajar, pero el ahorro en la factura de la gasolinera merece la pena. Por ejemplo, si bajas tu velocidad media de 120 a 110 km/h en autopista puedes alcanzar un ahorro de combustible de entre el 8% y el 10%.
– Cuidado con los pedales: olvídate de pisar a fondo acelerador o freno, sé inteligente y aprovéchate de la inercia del coche para accionarlos suavemente y ahorrar combustible.
– Viaja con lo estrictamente necesario: es tentador llenar maletero y habitáculo hasta los bordes cuando nos vamos de viaje, pero harás muy bien si te olvidas de tantos “porsiacasos”, ya que el peso del vehículo es un factor determinante sobre su consumo de combustible. Se calcula que por cada 100 kg de carga extra el consumo puede aumentar el 5% y hasta el 8% si va en el maletero, al sumar el efecto aerodinámico. Sé realista y piensa si realmente vas a utilizar esas bicicletas o esa maleta llena de juegos de mesa en tus vacaciones, o simplemente las vas a pasear durante cientos de kilómetros.
– Cuidado con el exceso de carga y los remolques: aumentan el consumo de combustible, sobre todo si van mal colocados. También afectan a la seguridad, ya que influyen cobre la estabilidad del coche y la distancia de frenada.
– Mantén tu concentración y descansa cada dos horas en trayectos largos: reaccionar más rápidamente ante imprevistos o circunstancias normales del tráfico es vital para tu seguridad y también para el ahorro de carburante.
– Llena el depósito a primera hora de la mañana: las bombas de combustible funcionan por volumen y el carburante varía su volumen en función de la temperatura, aumentando cuanto mayor es ésta. Por eso la densidad del combustible es mayor por las mañanas y llenarás el tanque con más combustible en peso por el mismo volumen, lo que te ofrecerá algunos kilómetros extra.
– Arrima tu coche al surtidor por el lado donde esté la boca de combustible: así quedará menos carburante en la manguera. Para que esta se vacíe más, gira 180 grados la boquilla cuando acabes de repostar.
– No dejes el mantenimiento del coche para el último momento: revisa los niveles de fluidos como el lubricante, el refrigerante o el líquido de frenos, así como el estado de los neumáticos. Un vehículo con un buen mantenimiento evita gastos y aumenta la seguridad.
Recuerda que tu vehículo siempre debe emplear un lubricante de calidad adecuado al diseño de su motor. Si tienes esto en cuenta, podrás reducir los gastos del vehículo y ahorrar para lo que más te apetezca.