La seguridad vial se puede ver afectada por la antigüedad de los vehículos. Te explicamos por qué.
¿Sabías que la antigüedad media actual de un coche en España es de 11,2 años? Es bastante elevada, ¿verdad? Pues esto no es solo una anécdota o un dato más. Es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector de la automoción en nuestro país.
Tener un parque de vehículo envejecido tiene consecuencias, tanto en términos medioambientales como de seguridad vial. Esto se debe a que, cuanto más nuevo es un vehículo, menos contamina y más seguro es, por norma general. El problema es que el parque de vehículos español no deja de envejecer.
Unas cifras preocupantes
De los 22 millones de coches que circulaban por España en 2019, más del 67% superaba los diez años de vida. De ellos, la inmensa mayoría (94,6%) sumaba más de 100.000 km. Es más: en España hay más de seis millones de vehículos que tienen más de 20 años.
Tampoco las cifras de matriculaciones dan muchas alegrías en este sentido. En 2019, se matricularon 1.258.260 vehículos, menos que en 2018, lo que supuso revertir la tendencia de crecimiento en matriculaciones iniciada en 2013. Por otro lado, la crisis del coronavirus deja, por el momento, un saldo inquietante. Los datos acumulados en los cinco primeros meses de 2020 suman 257.202 unidades matriculadas, el 54,2% menos que en 2019.
Por si no fuera suficiente, resulta que el número de suspensos en las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) no deja de crecer. Actualmente, cerca del 19% de los vehículos en circulación no logra pasar la ITV y hasta el 20% de los vehículos que circulan por nuestras carreteras lo hace sin tener este trámite en vigor.
Todas estas cifras dibujan un escenario preocupante, ya que un vehículo viejo y mal mantenidoes un factor de riesgo para todos.
Problemas de seguridad
Una de las razones por las que los vehículos antiguos se consideran menos seguros tiene que ver con los sistemas de seguridad que utilizan. Lo habitual es que un coche nuevo incorpore avances en este sentido que el viejo no equipa. Además, existen otros problemas derivados de un mayor tiempo de uso, sobre todo si no se lleva a cabo un mantenimiento adecuado.
Así, cuanta más edad tiene un vehículo, menos o más obsoletos son los sistemas de seguridad que incorpora. Actualmente, un amplio porcentaje de coches nuevos incluye dentro de su equipamiento de serie sistemas de seguridad como el antibloqueo de frenos (ABS), el control electrónico de estabilidad (ESC), el aviso de pérdida de presión en los neumáticos (TPMS) o las luces diurnas (DRL), entre otros.
Este tipo de avances se traduce en un menor riesgo en la carretera. Así, el proyecto de investigación europeo SARAC II concluye que un vehículo con ABS reduce un 6% el riesgo de colisión. Mientras, otro informe apunta al ESC o sistema de control electrónico de estabilidad como un elemento clave, capaz de disminuir un 22% los accidentes por salida de la vía y un 32% los siniestros en condiciones climatológicas adversas.
También la DGT cuenta con estudios sobre la tasa de mortalidad y heridos de gravedad teniendo en cuenta la antigüedad del vehículo. Los datos muestran que, según va aumentado la edad del vehículo, también lo hace la tasa de fallecidos y heridos. Un dato: en el 67% de los accidentes con víctimas producidos en 2018 se había visto involucrado algún vehículo con una antigüedad de diez años o más.
Esto indica que la antigüedad de los vehículos es un factor decisivo a la hora de determinar la gravedad de las lesiones en un accidente. En este sentido, los coches modernos incorporan elementos que analizan el entorno e informan al conductor, e incluso tienen la capacidad de intervenir directamente si determinan que el riesgo es inminente. Según el RACE, el riesgo de fallecer en un vehículo con más de 15 años se duplica si lo comparamos con otro de menos de cuatro años.
En un próximo artículo te hablaremos sobre las consecuencias que tiene para el medio ambiente un parque de vehículos envejecido y con un mantenimiento deficiente. Mientras, te recomendamos que no olvides cuidar de tu automóvil para que él te pueda cuidar a ti cuando lo necesites.