Operar con seguridad sobre estos vehículos requiere ciertas precauciones. Te contamos las más importantes.
Los vehículos eléctricos son una de las tendencias más importantes que existen en automoción. Buena parte de las esperanzas de una movilidad más sostenible están depositadas en estos automóviles que no producen emisiones locales. De hecho, ya se pueden ver por las calles de muchas ciudades y no son una rareza para muchos talleres de reparación y mantenimiento.
Eso sí, trabajar con estos automóviles tiene sus peculiaridades. En primer lugar, es necesario contar con formación específica en manipulación de vehículos eléctricos para poder repararlos y mantenerlos. Además, los profesionales deben adoptar ciertas medidas de seguridad antes incluso de abordar el trabajo. Así que, si tienes un taller, presta mucha atención a lo que te vamos a contar sobre unos vehículos que, al fin y al cabo, funcionan con alta tensión.
Aislar el coche y delimitar la zona en la que se encuentra
A la hora de empezar a trabajar con un vehículo eléctrico es muy importante dejar claro el riesgo que supone para el resto de las personas que se encuentran en el taller. Por ese motivo resulta crucial aislar y señalizar el área donde se va a trabajar con el automóvil. De esta manera, el personal no autorizado conocerá que existe un riesgo eléctrico en caso de sobrepasarla.
Para ello se pueden utilizar postes y cadenas. También es recomendable poner sobre el vehículo uno o varios carteles que indiquen claramente que se están realizando trabajos con alta tensión.
Contar con los equipos adecuados
Para manipular un vehículo eléctrico hay que contar con los equipos de protección individual (EPI) adecuados. Entre ellos se encuentran unos guantes especiales de protección eléctrica. Los hay de varias clases: desde los guantes de clase 00, que pueden aislar hasta 750 V en corriente continua, hasta los de clase 4, que soportan 54.000 V. Se deben elegir los más indicados en función del voltaje del vehículo.
Ojo: no basta con comprar los guantes y tenerlos a mano. Hay que revisarlos cada 30 o 90 días y cambiarlos por otros nuevos en caso necesario para prevenir accidentes.
Otro de los EPI indicados para reparar y mantener vehículos eléctricos es la máscara facial. Siempre se debe comprobar que cumple con la normativa europea: los EN 166 sirven para la protección individual de los ojos, mientras que los EN 170 añaden a esta función un filtro para rayos ultravioleta.
El calzado aislante es otro EPI elemental a la hora de trabajar con vehículos eléctricos. Está elaborado con caucho o materiales poliméricos similares a los de los guantes. Si lleva puntera de protección, nunca debe ser metálica.
Fuera joyas y objetos metálicos
Como es lógico, resulta imprescindible quitarse todos los objetos personales de metal antes de empezar a operar sobre un vehículo eléctrico. Esto incluye las joyas y los relojes.
En cuanto a las personas con marcapasos, desfibriladores y otros dispositivos similares, deben abstenerse de realizar operaciones en instalaciones de alta tensión. Esto se debe a que el campo magnético que desprenden puede afectar el funcionamiento de esos aparatos.
Máxima precaución en la desconexión
Una vez que se va a abordar la desconexión del vehículo eléctrico de la alta tensión, hay que tener en cuenta que esta es una operación que solo puede realizar un técnico debidamente formado y certificado para ello. Eso sí, no conviene que esté solo en el taller: es mejor que haya una persona cerca para ayudarle en caso de que se produzca cualquier problema.
Si además durante ese proceso de desconexión de la alta tensión se trabaja en la proximidad de la zona de peligro -hasta a 50 cm de la misma- se deben utilizar herramientas especiales con dispositivos aislantes de, como mínimo, hasta 1.000 V.
Una vez hecho esto, hay que realizar una inspección visual del vehículo para comprobar que no hay daños que puedan suponer un peligro, especialmente en los componentes con alto voltaje. Entonces es cuando se debe desconectar el sistema de encendido del vehículo, una operación que hay que realizar con cuidado de evitar cualquier posible realimentación. A continuación, se deben desmontar paneles, bandejas y otros elementos que dificulten el acceso a la batería de alto voltaje, así como desmontar el fusible de seguridad.
Una vez retirado el fusible, es recomendable esperar unos 10 minutos a que se descarguen los condensadores del inversor. Se puede comprobar quitando la tapa de seguridad que hay encima de estos componentes y utilizando un polímetro, que nos dirá si tienen o no corriente. En el caso de que el sistema esté libre de alta tensión, ya se podrían realizar trabajos de mantenimiento sobre el vehículo con seguridad, aunque no conviene olvidar que la batería sigue conectada, por lo que se recomienda precaución en todo momento.
Como habrás podido ver, la seguridad es muy importante a la hora de operar sobre vehículos eléctricos. Por eso es necesario tomar tantas precauciones antes incluso de comenzar los trabajo. No olvides que la formación especializada es imprescindible para poder realizar los distintos procedimientos de manera segura.
1 comentario en “Seguridad en el taller: cómo trabajar con vehículos eléctricos”
Muy interesante. El Mercado de vehículos eléctricos crece exponencialmente y tenemos que tener en cuenta estos consejos. Gracias!