Los vehículos a gas son una alternativa interesante a las motorizaciones convencionales.
Los automóviles con motorizaciones alternativas están a la orden del día. Seguro que en los últimos años no has hecho más que oír hablar sobre vehículos eléctricos e híbridos como opciones posibles si te planteas cambiar de coche, más allá de los tradicionales diésel y gasolina. Eso sí, hay otra posibilidad interesante en el mercado: los automóviles a GLP y GNC, o automóviles a gas.
Se trata de vehículos propulsados mediante un motor de combustión, al igual que ocurre con los convencionales. Lo que pasa es que, en el caso de los automóviles a gas, utilizan como combustible algún tipo de gas.
En la actualidad podemos encontrar en el mercado dos tipos de automóviles que utilizan gas como combustible: los propulsados por gas licuado del petróleo (GLP o autogás) y los que emplean gas natural comprimido (GNC). Puede parecer lo mismo, pero no lo es. De hecho, ambos tipos de gas tienen composiciones distintas, entre otras cuestiones.
¿En qué se parecen los automóviles propulsados por GLP y GNC?
Antes de hablar de lo que los diferencia, vamos a ver la principal similitud que existe entre automóviles propulsados por GLP o por GNC. Esa similitud no es otra cosa que su sistema de propulsión, basado en un motor de combustión interna que se denomina habitualmente como bifuel.
Así, los automóviles equipados con un motor bifuel pueden utilizar de manera indistinta y alternativa gasolina convencional o gas, aunque siempre de manera separada. Es decir: sin mezclar los dos combustibles.
Aunque la palabra bifuel te suene a algo exótico, en realidad este tipo de motores es prácticamente idéntico a un motor de gasolina convencional. Se diferencia solamente por ligeras modificaciones que requiere el sistema de alimentación del combustible a los cilindros y que permite utilizar indistintamente gasolina convencional o gas como combustible.
¿En qué se diferencian los automóviles propulsados por GLP y GNC?
Ahora sí, hablemos de las diferencias entre los distintos automóviles propulsados por gas. La principal de ellas tiene que ver con la distinta composición del GLP y del GNC.
Por un lado tenemos el GLP —también llamado autogás—, que consiste en una mezcla de butano y propano comprimida a baja presión y en estado líquido. Esta característica permite almacenar una gran cantidad de gas en el propio depósito de gas que montan estos automóviles y que permite desarrollar autonomías razonables.
De hecho, el GLP es el combustible alternativo que más se utiliza en todo el mundo: hoy circulan en Europa más de 15 millones de vehículos de GLP, de los cuales unos 50.000 lo hacen en España.
¿Y qué ocurre con el GNC? Que, en su caso, hablamos de una composición del 90% de metano. Es prácticamente el mismo gas natural que utilizamos en nuestras casas para producir calefacción y agua caliente. Lo que pasa es que, para su utilización en vehículos, este gas se comercializa comprimido a alta presión, en torno a unos 200 bar. De esta manera se puede almacenar una cantidad suficiente de gas en el tanque que va instalado en el propio vehículo y que permite obtener una autonomía razonable.
Sin embargo, esta no es la única diferencia entre GLP y GNC. El precio que se paga por ellos también es otra de las principales cuestiones que los distinguen para su uso en automóviles: el GLP es algo más barato, ya que su precio se sitúa en torno al euro por litro. Mientras, el GNC resulta ligeramente más caro, con el precio del kilo en torno a 1,7 euros.
Eso sí, si hablamos del consumo, el de los automóviles de GLP es aproximadamente el 20% mayor que el de su homólogo de gasolina, aunque no presentan variaciones reseñables en sus cifras de par y potencia máxima.
Con los coches de GNC lo que ocurre es que su consumo puede ser hasta la mitad del que desarrolla un automóvil idéntico, pero propulsado por gasolina. ¿Qué ocurre? Que los motores de los automóviles de GNC experimentan una pérdida de potencia que oscila entre el 15% y el 20% en comparación con un vehículo de gasolina que utilice un propulsor similar.
En un próximo artículo hablaremos sobre las principales ventajas que presentan los automóviles a gas y algunas peculiaridades de los lubricantes que se suelen emplear en este tipo de vehículos.