Siete componentes de tu coche que sufren con el frío: consejos de conducción ante el frío
Las bajas temperaturas afectan (y mucho) a tu vehículo.
La primavera no tardará en llegar, pero lo cierto es que todavía es un poco pronto para decir adiós al frío. Si has notado algo raro en tu coche en los últimos meses, debes saber que las bajas temperaturas pueden estar detrás de ese comportamiento.
De hecho, el frío afecta a distintos componentes de tu vehículo, entre los que también se encuentra el aceite de motor. Conocerlos te ayudará a cuidar de tu vehículo y tomar las decisiones correctas cuando las temperaturas bajen.
– Neumáticos: el compuesto de caucho de las cubiertas no especiales para el invierno se endurece por debajo de los 7ºC, por lo que pueden perder adherencia. Ten cuidado si circulas a esas temperaturas con ruedas de verano o de todas las estaciones.
– Lubricante: el frío vuelve más viscoso el aceite de motor, por lo que este fluirá con mayor dificultad nada más arrancar el vehículo. Por eso debes tener paciencia y no revolucionar el vehículo en exceso cuando el propulsor esté frío, ya que el lubricante todavía no habrá llegado a las partes donde debe actuar. A causa de esto, algunas piezas como los pistones, los cojinetes o las camisas pueden sufrir desgastes prematuros.
– Eficiencia: el propulsor de tu coche es menos eficiente durante los primeros 20 minutos después del arranque en frío, ya que no habrá alcanzado aún su temperatura óptima de funcionamiento. En este tiempo, la mezcla de gasolina-aire se vuelve rica y se acumula vapor del agua en el aceite y en el sistema de escape. Si realizas viajes cortos de manera habitual en climas fríos, la temperatura no será suficiente para quemar ese vapor de agua, por lo que se pueden formar lodos que podrás ver en el extremo de la varilla del aceite. Esto también puede causar que el sistema de escape se oxide.
– Parabrisas: el frío puede afectar a la luna delantera, por eso nunca debes utilizar agua caliente para eliminar el hielo del parabrisas, ya que podrías causarle alguna rotura.
– Consumo de combustible: los vehículos suelen gastar más carburante en invierno que en verano.
– Refrigerante: si no utilizas el producto adecuado o agregas agua sola, el frío puede hacer que este fluido se congele y provoque grietas en el bloque del motor.
– Batería: la batería pierde efectividad cuando bajan mucho las temperaturas. La antigüedad de este componente también afecta a esta característica, así que no te fíes: que un acumulador funcione correctamente cuando las temperaturas son suaves no quiere decir que lo vaya a hacer cuando éstas descienden bruscamente.
¿Qué tipo de aceite debo utilizar cuando hace mucho frío?
Siempre debes emplear un aceite de motor de calidad y adecuado a tu vehículo. En climas más fríos, además, se recomienda utilizar lubricantes con menor viscosidad, una característica que podrás comprobar en los números alrededor de la W del producto: cuanto menor sea el número de la izquierda, mejor será el arranque del motor. Evidentemente un 0W-XX o un 5W-XX proporcionará una mejor protección al motor cuando la temperatura exterior sea más baja que un 10W-40 o un 20W-50. También los aceites sintéticos ofrecen una mejor protección en condiciones de temperaturas extremas que los minerales.
No obstante, debes tener en cuenta que, además de la temperatura, existen otros factores que influyen a la hora de elegir un lubricante adecuado. Algunos de ellos son el uso que suelas realizar de tu vehículo, su antigüedad y la presencia de componentes como los filtros de partículas.