Total te cuenta en qué consiste esta anomalía, que puede provocar averías graves.
¿Has oído hablar alguna vez del LSPI? Tal vez sí y tal vez te preguntes en qué consiste este fenómeno y por qué preocupa tanto a los fabricantes de coches, de carburantes y de lubricantes. La respuesta corta es que se trata de un problema que puede causar averías muy costosas en coches con motores de gasolina.
LSPI es el acrónimo de “Pre-ignición a baja velocidad” en inglés (Low speed pre-ignition). A lo que se refiere en concreto es a la combustión que se produce en los motores de gasolina de forma prematura, es decir, antes de que la bujía proporcione el arco que inicia la quema del carburante. Esto significa que en la cámara hay elementos capaces de producir una combustión antes de tiempo.
La antesala del knocking
Como resultado de esa combustión que se anticipa, obtenemos más de una onda de propagación del fuego, que acabarán chocando y provocando que se queme la gasolina en una situación poco favorable en algunos casos. El diseño de la cámara lleva a que los gases empujen el pistón hacia abajo, sin embargo, cuando tenemos varios frentes de llama, los gases que se producen circulan en distintas direcciones. Esto produce un movimiento inadecuado del pistón en el cilindro, el cual provoca ruidos y, con el tiempo, daños en el motor. Esto se conoce como “knocking” o cliqueteo de bielas. Un fenómeno que ocurre en pocos casos y en condiciones muy determinadas de bajas velocidades, pero con cargas elevadas.
Aunque parecía que este tipo de fallos había desaparecido del mercado hace años, la inyección directa y los turbos en los vehículos de gasolina lo han vuelto a traer.
En este punto, es posible que te preguntes cómo puede ser que avances tecnológicos como estos nos hagan retroceder. ¿Para qué usan estas tecnologías si resucitan problemas que ya estaban superados? La respuesta tiene que ver con las emisiones de CO2 de los vehículos y otros contaminantes peligrosos para la salud, ya que estos sistemas ayudan a su reducción. El problema es que, al introducirlos para cumplir con las normas medioambientales, en algunos pocos casos aparece el problema de la pre-ignición, que en ocasiones termina en averías tan graves que requieren incluso cambiar el motor.
Un enigma para los fabricantes
Los fabricantes de vehículos se han puesto manos a la obra para eliminar este problema y han comenzado ya a introducir ensayos específicos en normas para lubricantes como la SN de API o la ILSAC GF-6. También General Motors ha introducido estas especificaciones en la nueva versión de la GM Dexos 1 lo que hará desaparecer en parte esta incidencia.
El problema es que la causa no está clara y, además, no resulta fácil de averiguar, ya que es muy difícil reproducir en laboratorio las condiciones para que se dé el LSPI. No obstante, los fabricantes de motores, los de carburantes y los de lubricantes lo estudian actualmente en profundidad.
En general se considera que los causantes de este problema son los depósitos que se producen en la cámara de combustión, derivados de quemar gasolina y aceite, que se quedan en distintos puntos de la superficie del pistón y las paredes de la cámara. Estos depósitos absorben el calor, por eso en el siguiente ciclo se puede dar un punto a alta temperatura que podría generar el LSPI, es decir, la pre-ignición de la que te hablábamos al principio.
Hay que tener en cuenta que este fenómeno no se produce normalmente, sino que depende de la cantidad de depósitos existente, su composición, la temperatura a la que se encuentren o las condiciones de trabajo en la cámara de combustión, entre otros factores que no están claros todavía.
El estado del sistema de inyección también influye en la aparición del LSPI, así como las condiciones para quemar el combustible, las cuales están controladas para formar la mínima cantidad posible de depósitos. La propagación de la llama dentro de la cámara de combustión y, en general, el deterioro de las condiciones dentro de este apartado del vehículo también contribuyen a que este fenómeno surja.
De esta manera, si se reúnen las condiciones necesarias para que surja un LSPI, la presión de trabajo aumentará muy por encima de las condiciones normales y lo hará de manera instantánea. Esto provoca una fuerza o presión demasiado elevada sobre las piezas en un tiempo extremadamente corto, lo que desembocará, finalmente, en una avería.
Como hemos comentado este conjunto de condiciones se da en muy pocos casos, pero existe, por lo que se ha actuado para disminuirlo al máximo.
Así ayuda el aceite de motor a acabar con el LSPI
Los equipos de investigación de Total están trabajando sobre el problema del LSPI. En concreto, trabajan en nuevas aditivaciones y bases, que se controlan de manera estricta, para disminuir este fenómeno a la mínima expresión.
Los lubricantes de Total, desarrollados para los nuevos conjuntos de motores, sistemas de inyección y turbos, cumplen con las reglamentaciones ILSAC GF-6 y API SN, que se aplican a los vehículos de gasolina en Estados Unidos. Estas normas establecen una serie de ensayos que requieren formulaciones de aceites que contribuyan a reducir el fenómeno del LSPI.
Los fabricantes de automóviles en Europa han trabajado en la misma dirección, desarrollando nuevas normas para los nuevos vehículos de gasolina que comercializan. Como en el caso de los automóviles americanos, el turbo y la inyección directa de gasolina son imprescindibles para disminuir la contaminación, por lo que se deben seguir utilizando.
El caso del LSPI es solo uno de más de los que subrayan la importancia de utilizar lubricantes de calidad para preservar la vida útil de los motores de los vehículos.