Estos vehículos requieren unos aditivos concretos para funcionar como el primer día.
No hace mucho te contamos algunas peculiaridades sobre los aceites para coches antiguos. En ese artículo te explicábamos las diferencias que existen en términos de lubricación entre los motores modernos y los veteranos. También de las viscosidades que se recomiendan. Sin embargo, teníamos pendiente hablarte sobre los aditivos y su relación con los aceites para coches de cierta de edad.
Aunque puedan parecer algo muy reciente, lo cierto es que los primeros aditivos aparecieron en el mercado alrededor de 1950. Era la respuesta tecnológica a la necesidad de alargar los intervalos de cambio de aceite y prevenir los depósitos en los motores para prolongar su vida útil. Los lubricantes de la época, que prácticamente no tenían aditivos, junto a los combustibles de calidad ínfima que estaban disponibles, hacían que proteger el motor correctamente fuera una tarea muy complicada.
Aditivos detergentes, una solución ingeniosa
Para conseguir la protección adecuada del motor, surgieron los lubricantes con aditivos detergentes. Estos componentes se encargan de atrapar la suciedad del motor y mantenerla en el aceite. Esto es muy importante porque esos contaminantes a los que nos referimos son demasiado pequeños para que los retenga el filtro. Hablamos concretamente del hollín, los productos de la combustión del carburante y otros residuos.
¿Has visto alguna vez un aceite usado de color oscuro? Pues los responsables de ese cambio de tono son esos contaminantes que te mencionamos. Es una buena señal que el lubricante se oscurezca con el uso, ya que significa que los aditivos detergentes funcionan correctamente.
¿Cuántos más aditivos detergentes, mejor?
Es posible que te preguntes si lo más conveniente es añadir la máxima cantidad posible de aditivos detergentes al lubricante para evitar que se escape cualquier suciedad. La verdad es que el equilibrio es muy importante en esta cuestión y especialmente en el caso de los coches antiguos.
Si la cantidad de aditivos detergentes es inadecuada, se pueden generar barnices en los componentes más calientes del motor y evitar su correcto funcionamiento. Además, si hay un exceso de detergente, se pueden acumular cenizas metálicas en las cámaras de combustión y las coronas de los pistones. Como los motores antiguos consumen normalmente mucho aceite, esto puede causar detonaciones prematuras del combustible, conocidas como picado de bielas.
En los motores más antiguos, donde los depósitos se han ido acumulando durante los años, los aditivos detergentes pueden provocar que estos se desprendan y acaben bloqueando los sistemas de lubricación del coche. Además, una gran cantidad de esos aditivos puede llegar a “lavar” depósitos presentes en sellos y juntas que evitaban por sí mismos algunas fugas, las cuales ahora quedarán al descubierto.
ZDDP, el aditivo que cuidaba de las válvulas
Al hablar de aditivos para coches muy antiguos, no podemos olvidar mencionar el ZDDP. Este producto se especificó por primera vez alrededor de 1955 como un ingrediente más para los lubricantes de coches. Como los nuevos motores de alto rendimiento usaban muelles de válvula más rígidos para desarrollar más potencia, este aditivo les venía como anillo al dedo.
Los automóviles de la época introdujeron un tipo de válvulas que aumentaban la fuerza con la que actuaban a medida que subían las revoluciones. Esto requería muelles más robustos para evitar que las válvulas saltaran sin control. De esta manera, el resorte y las válvulas experimentaban una fricción muy elevada y necesitaban protección contra el desgaste, algo que el ZDDP les proporcionaba.
Con el paso de los años, la tecnología de los lubricantes se adaptó a los motores modernos, por lo que el contenido de ZDDP o Fósforo en el motor disminuyó. La razón no era otra que evitar una posible contaminación de los catalizadores, que se estropean cuando entran en contacto con estos compuestos.
Lubricantes muy distintos
Es importante recordar que los aditivos de un lubricante no solo le permiten proteger el motor. También son los responsables de que el propio aceite dure más kilómetros. Y la aditivación en los lubricantes para coches modernos y antiguos no es la misma.
Por eso, debes tener en cuenta que usar un lubricante monogrado que contenga la aditivación adecuada para coches antiguos requerirá cambios de aceite más frecuentes para mantener el motor como el primer día. En estos casos, normalmente se recomiendan intervalos de entre 1.000 y 2.000 km.
Es decir: un lubricante moderno cuya misión es proteger el último modelo de coche del mercado viene específicamente preparado con aceites base y aditivos diseñados para tal fin. Eso significa bajas viscosidades, compatibilidad con los sistemas de tratamiento de emisiones modernos o alta detergencia, entre otras cualidades. Sin embargo, para un coche antiguo con un motor más delicado, debes asegurarte de que cuentas con la viscosidad correcta capaz de sellar y lubricar las piezas de forma adecuada. También con los aditivos antidesgaste adecuados para garantizar la protección de las piezas mecánicas.
Los requisitos son muy distintos en uno y otro caso. Los lubricantes que se deben utilizar, por tanto, también lo son.
Si tienes un coche antiguo , sabes que es una joya que debes cuidar correctamente. Hay que atender a sus necesidades específicas. También es necesario tener en cuenta muchos factores que ni siquiera contemplarías para un vehículo moderno. Por eso debes recordar que el mejor lubricante que puedes utilizar para tu coche es aquel que verdaderamente necesita.
2 comentarios en “Así son los lubricantes para coches antiguos (2)”
Tengo un Opel del 1933 de gasolina y necesito saber si a un aceite mineral sae 30, se le puede añadir un aditivo anti fricción.
Muchas gracias.
Buenas, podría añadirle un aditivo antifricción. Pero nadie le puede asegurar los resultados. Utilice un aceite con la norma API que le indique el fabricante en el libro de mantenimiento o en las informaciones que tenga (posiblemente le indiquen SAE 30, API SC)