Existen algunas condiciones externas a los vehículos que condicionan el rendimiento del lubricante.
Ya te hemos contado cómo son los cambios de aceite en vehículos pesados. También que dos vehículos idénticos no tienen por qué necesitar esta operación de mantenimiento al mismo tiempo o en el mismo kilometraje. El diseño del motor, las condiciones en las que se hace trabajar al lubricante y las propias características del aceite son las tres razones principales por las que el rendimiento de un aceite no es igual en todos los vehículos.
Sin embargo, esos tres no son los únicos factores que pueden hacer variar el momento en el que se debe cambiar el aceite a un vehículo pesado. Hay otros que son externos al vehículo y también tienen importantes consecuencias sobre el rendimiento del motor y el tiempo de operación de la máquina.
Condiciones externas que afectan al lubricante
Otras condiciones externas que pueden influir en el lubricante tienen que ver con los lugares donde el vehículo pesado desempeña su trabajo. Por ejemplo, si suele transitar por caminos de tierra o por lugares con una elevada humedad en el aire, estos contaminantes tendrán más papeletas para entrar al motor y, por tanto, al lubricante. Lo hacen habitualmente a través de la entrada de aire y la cámara de combustión.
Incluso los factores externos que influyen en la eficiencia del combustible pueden afectar también a la vida útil del lubricante. La razón es que, cuanto menor sea esa eficiencia, el motor deberá realizar más esfuerzos para trabajar. Como resultado, el aceite también sufrirá una mayor exigencia para cumplir con su labor.
¿Cuáles son los factores que penalizan la eficiencia de combustible? Por ejemplo, la conducción por caminos empinados, las cargas elevadas, las paradas frecuentes, el arrastre de carga o incluso el estilo de conducción.
Propiedades del lubricante
Los lubricantes de más calidad tampoco se libran de sufrir condiciones que los pueden degradar. Las condiciones iniciales como la limpieza o el uso del aceite del motor son críticas. Además, es esencial seleccionar el grado de rendimiento correcto del producto para contrarrestar las condiciones severas y las exposiciones que pueden acortar su vida útil.
Aunque pueda parecer inofensiva, una partícula pequeña puede generar hasta 20 partículas nuevas desde que entra en el sistema. Partículas que van a estar ahí hasta que finalmente se eliminen o asienten.
Lo más aconsejable es cambiar el aceite del motor cuando toca. El deterioro del lubricante tiene efectos perjudiciales que afectan al vehículo rápidamente. A corto plazo, perderá eficiencia en el uso del combustible por las malas condiciones del lubricante. A largo plazo, los pistones podrán sufrir un daño permanente, al igual que otros elementos del motor. Estas averías conllevan reparaciones costosas, reconstrucciones y costes por tiempo de inactividad del vehículo.
El momento óptimo para cambiar el aceite en un vehículo pesado se da cuando el deterioro del lubricante produce efectos dañinos más costosos que los supuestos ahorros de extender el intervalo. Dicho momento se daría cuando se degradan las propiedades del aceite, cuando hay una pérdida del número de base (BN) y cuando se empiezan a formar hollines y lodos.
Como estas condiciones no siempre se conocen mediante el funcionamiento normal del vehículo, lo mejor que se puede hacer es controlar la calidad del lubricante en cualquier momento. Esto se puede hacer en tiempo real, gracias a sensores en línea, o de manera periódica mediante análisis de lubricante.
Al igual que en el caso de los vehículos ligeros, los pesados requieren el uso de lubricantes de calidad para extender su vida útil. Por eso debes elegir siempre productos que cumplan con las especificaciones del fabricante.