Qué importante es el filtro de aire del motor. Te lo hemos contado no hace mucho: este elemento es esencial para que no entren impurezas al sistema de combustión del vehículo y que este proceso se produzca en condiciones óptimas. En esta ocasión te hablaremos sobre los tipos de filtros de aire que existen en función de sus materiales y su forma.
Filtros de aire según su material
Los filtros de aire se pueden fabricar a base de distintos materiales. Por ejemplo, papel, algodón, fibras sintéticas o una combinación de estos. Cada uno de ellos tiene sus propiedades y, con ellas, sus propias ventajas y desventajas en cuanto a eficiencia de filtración, flujo de aire y durabilidad. Veamos los más habituales:
Filtro de aire de papel o celulosa
Los filtros de celulosa son los más antiguos y duraderos del mercado gracias a su simplicidad y bajo costo de producción, además de que se reciclan fácilmente. Esto significa que son económicos, pero no solo eso: también son bastante eficientes en la filtración de aire. ¿Por qué? Pues porque cuentan con múltiples pliegues que aumentan su área de contacto con el aire. Gracias a eso capturan un mayor volumen de impurezas.
Estas son sus ventajas, pero los filtros de aire de celulosa tienen ciertas desventajas. Por ejemplo, pueden disminuir el rendimiento del motor al restringir significativamente el flujo de aire que llega a su interior. Esto es algo que a veces resulta en obstrucciones.
Filtro de aire de algodón
Este tipo de filtros utilizan una estructura compuesta por múltiples capas de algodón prensado. Las capas se fijan a una malla metálica o de plástico que aporta rigidez al conjunto.
Las capas de algodón se someten a un tratamiento con aceites especiales que permiten mejorar su capacidad de captación de impurezas del aire. Una característica destacada de estos filtros es que se pueden lavar y reutilizar varias veces, alargando su vida útil.
Es cierto que los filtros de algodón ofrecen un rendimiento superior en comparación con los filtros de papel o celulosa, pero también son más caros. En este punto, hay que tener en cuenta su durabilidad y su eficiencia en la filtración del aire.
Filtro de aire de espuma o foam
Los filtros de espuma de poliuretano —también conocidos como filtros foam— destacan sobre todo por su capacidad de filtración, que es excepcionalmente alta. Por eso son habituales en vehículos todoterreno y en competición automovilística.
Estos filtros también se pueden lavar y reutilizar en múltiples ocasiones, así que no dejan de ser una inversión para los conductores que optan por ellos.
Además, los filtros de aire de espuma se pueden utilizar humedecidos en aceite para aumentar el caudal de aire que ingresa al motor sin comprometer la eficacia en la retención de partículas nocivas. Así se mejora el rendimiento del motor. Un argumento más para su atractivo en entornos fuera de carretera y aplicaciones de alto rendimiento.
Filtro de aire textil
El filtro de aire textil es una evolución del filtro de algodón. ¿Por qué decimos esto? Porque se basa en un tejido de alta porosidad que suele estar compuesto en su mayor parte por algodón, aunque también puede incluir otros materiales textiles.
¿Qué significa eso de la alta porosidad? Pues es una característica que permite al mismo tiempo obtener un flujo de aire óptimo y retener eficazmente partículas de polvo y suciedad.
Al permitir un mayor flujo de aire, el filtro de aire textil puede mejorar el rendimiento del motor. Es una gran ventaja porque esto permite aumentar la potencia y obtener una respuesta más rápida del acelerador.
Filtro de aire en baño de aceite
Hay tres elementos principales en el diseño de un filtro de aire en baño de aceite: un filtro de espuma o fibra, un sumidero y una malla. Diseñarlo así permite que las partículas más grandes quedan atrapadas en las paredes del recorrido, mientras que la malla se encarga de capturar las partículas más finas. Esta combinación de elementos garantiza una filtración efectiva y, con ella, la entrega de aire limpio al motor.
Precisamente su diseño en forma de laberinto hace que estos filtros sean algo complejos, por eso han caído en desuso. Normalmente se opta por sistemas más simples y eficientes. Con todo, aún se utilizan en ciertas aplicaciones en las que se valora su capacidad de filtración superior, por eso se pueden encontrar en algunos vehículos de alto rendimiento.
Filtros de aire según su forma
Otra manera de clasificar los filtros de aire tiene que ver con su propia forma. De hecho, esta característica influye mucho en su eficiencia y su rendimiento.
Filtro de aire rectangular, cuadrado o cilíndrico
Se trata de los filtros más comunes y ampliamente utilizados en vehículos modernos, sobre todo los que tienen forma rectangular. Presentan un equilibrio entre eficiencia y facilidad de instalación.
Filtro de aire circular
Estos son los filtros de aire que se suelen encontrar en los vehículos más antiguos o aquellos con sistema de carburador. Su diámetro varía desde los 150 mm hasta los 410 mm. Eso sí, también es cierto que se usan cada vez más filtros circulares compactos en vehículos con aspiraciones deportivas debido a su eficiencia y menor tamaño.
Filtro de aire cónico
Los filtros con forma cónica son comunes en el mercado de recambios. Se caracterizan sobre todo por proporcionar un mayor caudal de aire al sistema de admisión del motor. Su diseño cónico permite una mejora en el flujo de aire y, por lo tanto, un potencial aumento en el rendimiento del motor.
¿Has visto cuántos tipos de filtros de aire hay? Varían en función del material y la forma, pero todos tienen algo en común: requieren un correcto mantenimiento para cumplir con sus funciones. En un próximo artículo te contaremos cómo mantener correctamente el filtro del aire y qué ocurre si está sucio.