Coches deportivos: qué son y qué características tienen (2)

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Seguimos hablando sobre las cualidades que diferencian a los coches deportivos.

Hace poco explicábamos en este mismo blog qué es un coche deportivo. O, mejor dicho, qué le hace falta a un vehículo para ser considerado como un coche deportivo. Existe una serie de características que diferencia a estos automóviles, capaces de transmitir sensaciones muy especiales a sus conductores.

En esta ocasión seguiremos hablando sobre algunos de esos rasgos que caracterizan a los coches deportivos, como la dirección, el reparto de pesos o los materiales que se utilizan en su fabricación.

Dirección en coches deportivos

Un aspecto fundamental en un buen coche deportivo es que equipe el sistema de dirección adecuado, tanto en lo referente a su nivel de asistencia y su sensibilidad, como a su desmultiplicación.

¿Que qué es la desmultiplicación en una dirección? Se trata de la relación existente entre el ángulo de giro del volante y el ángulo de giro de dirección de las ruedas. A mayor desmultiplicación, menor esfuerzo hay que hacer para girar el volante. Eso sí, necesitaremos girar más el volante para lograr el mismo giro del vehículo. Como consecuencia, las reacciones del vehículo serán más difíciles de sentir y corregir. Por supuesto, en un coche deportivo buscamos lo contrario.

Así, cuanto menor es la desmultiplicación de la dirección, mayor esfuerzo deberemos hacer para girar el volante. Sin embargo, necesitaremos un menor giro del volante para cambiar la dirección de las ruedas. Esto provoca que el conductor tenga mejores sensaciones procedentes de la dirección del vehículo, ya que las fuerzas que afectan a las ruedas se notarán más en el volante. Además, esto permite realizar trazadas más precisas.

Por otro lado, una dirección demasiado asistida nos hace perder sensaciones con el eje delantero, sobre todo cuando también es el eje motriz.  Es cierto que maniobrar resulta mucho más fácil, pero es más complicado sentir si las ruedas pierden agarre.

¿Cómo se soluciona este dilema? Actualmente, la mayoría de los vehículos —y sobre todo los deportivos— ha incorporado sistemas de asistencia variable. Estos dispositivos permiten reducir la asistencia de la dirección a medida que aumenta la velocidad del vehículo.

No podemos olvidar la sensibilidad de la dirección. En un coche deportivo, debe transmitir al conductor todo lo que ocurre en el asfalto. Un vehículo deportivo debe ofrecer una gran confianza para rodar a ritmos altos y las sensaciones al volante son muy importantes, sobre todo cuando se circula cerca del límite.

Reparto de pesos

En un coche deportivo, a diferencia de otros vehículos, las reacciones deben ser rápidas. Para ello es muy importante que su centro de gravedad esté lo más bajo y lo más centrado posible.

Esta es la razón por la que los vehículos deportivos tienen una altura mínima respecto al suelo si la comparamos con la de cualquier otro coche. Esto se debe a que, cuanta menor distancia haya hasta el suelo y más repartido esté el peso del vehículo entre sus dos ejes —delantero y trasero—, su centro de gravedad estará más bajo y más cerca del centro geométrico del coche. Esto proporciona un mayor aplomo sobre el asfalto.

Si además las distintas masas del vehículo están cerca entre sí, el coche podrá girar con menor esfuerzo. Esto aporta una mayor agilidad a la hora de tomar curvas. Por eso la mayoría de los coches deportivos de alto nivel tienen el motor en posición central, lo más cercano posible al centro geométrico del coche.

Materiales de un coche deportivo

Por último, hablaremos sobre los materiales que se utilizan para fabricar un coche deportivo.

En el caso de los modelos que tienen un carácter más exclusivo, se suelen emplear materiales poco convencionales como la fibra de carbono, el kevlar y aleaciones de aluminio, de magnesio, molibdeno o titanio. El objetivo de emplear este tipo de materiales es reducir al máximo el peso del vehículo y, con ello, obtener mejores prestaciones.

Esta es una de las razones por las que el precio de este tipo de vehículos es mucho más elevado que el de un automóvil convencional. También por eso se suelen producir en series muy limitadas, lo que aumenta su exclusividad. En algunos casos, parte del proceso de fabricación se realiza a mano.

Por todo lo comentado podemos decir que un vehículo deportivo no se suele caracterizar por ser un vehículo para el uso diario, práctico o cómodo para realizar largos desplazamientos. En realidad, su propietario busca otro tipo de cualidades y sensaciones que van más allá de desplazarse de un lugar a otro.

En realidad, un coche deportivo debe permitir circular muy rápido, con un mayor nivel de seguridad que un vehículo convencional. Sobre todo, debe transmitir sensaciones únicas al tomar una curva o hundir el pie en el pedal del acelerador.

Eso sí, lo que tienen en común los vehículos deportivos con el resto de los coches es que un buen mantenimiento es fundamental para preservar sus prestaciones. En este sentido, elegir lubricantes adecuados a las altas prestaciones de sus motores es fundamental para seguir disfrutando el placer de conducirlos durante mucho tiempo.

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