En el coche eléctrico existen algunas diferencias con los vehículos convencionales que te interesa conocer.
¿Dónde buscarías el motor de un coche si quisieras verlo? Normalmente, levantarías el capó delantero y allí lo encontrarías, aunque siempre puede haber alguna excepción. Sin embargo, si la pregunta es dónde encontrar el motor de un coche eléctrico, la respuesta no es tan clara.
Existen algunas diferencias entre vehículos con motor de combustión y vehículos eléctricos a la hora de situar sus motores. Además, las posibles ubicaciones y disposiciones del motor en un vehículo son importantes porque definen tanto su tamaño como su tipología, sus características de conducción y manejabilidad o su comportamiento en carretera.
Teniendo esto en cuenta, por lo general no tendrá la misma disposición el motor de un vehículo pensado para un uso diario —en el que se busca un tamaño, así como manejabilidad en ciudad—, que un automóvil deportivo en el que lo que cuentan son las prestaciones y las sensaciones.
¿Dónde está el motor en un coche convencional?
Volvamos al principio: ¿dónde buscarías el motor de un coche? En el caso de un vehículo convencional, podrías encontrarte con tres posibles ubicaciones: motor delantero, motor central o motor trasero. En cada una de esas posiciones, además, el motor puede ir dispuesto de manera transversal —es decir, perpendicularmente al eje longitudinal del vehículo— o longitudinal —paralelo al eje longitudinal del vehículo—.
¿Y cuál es la disposición más utilizada? Actualmente, los automóviles suelen llevar un motor delantero transversal. Esto significa que el motor está situado transversalmente —paralelo al eje delantero— junto a la transmisión, de donde salen los palieres directamente hacia las ruedas delanteras.
Esta disposición permite suprimir elementos pesados como el árbol de transmisión central y el diferencial trasero, presente en los vehículos con tracción trasera. De esta manera se abarata el coste del vehículo y se reduce su peso.
Además, los vehículos con motor y tracción delantera son más sencillos de conducir llevados al límite o en condiciones meteorológicas adversas. Como el peso del motor va situado sobre las ruedas delanteras, ofrecen mejor motricidad y permiten disponer de mayor espacio interior en vehículos con longitudes similares.
También tienen ciertas desventajas: al alojar el motor de manera transversal, tienen menos espacio disponible para motores grandes. Por eso los motores de gran cilindrada no se pueden alojar transversalmente. Además, en situaciones de baja motricidad o al tratar de transmitir mucha potencia al suelo presentan cierta pérdida direccional.
¿Y dónde está el motor en un vehículo eléctrico?
Un caso diferente es el de los vehículos eléctricos, que ofrecen mucha más flexibilidad a la hora de situar el motor —o los motores—. Esto se debe a que los motores eléctricos suelen ser mucho más pequeños que los de combustión.
Motores eléctricos delanteros
Por normal general, en los vehículos convencionales reconvertidos a eléctricos utilizando la misma plataforma, el motor eléctrico se dispone en la misma ubicación que el motor de combustión al que sustituye.
La mayor parte de los constructores de vehículos adoptan esta solución porque les permite comercializar un coche eléctrico mucho más rápidamente. Esto es así porque utilizan una plataforma que ya venían usando y que el mercado ya conoce, además de permitirle completar gamas de modelos ya existentes.
Eso sí, hay que tener en cuenta que esta solución no tiene por qué ser la mejor desde el punto de vista del rendimiento y aprovechamiento de las ventajas de los motores eléctricos.
Motores eléctricos en los ejes
En los modelos diseñados expresamente para ser eléctricos, su motor se suele ubicar en la parte delantera y/o trasera, pero entre las dos ruedas. Así, van conectados al conjunto diferencial situado entre ellas.
Esta disposición funciona bastante bien porque ocupa poco espacio, pero al mismo tiempo ofrece una buena manejabilidad y una potencia elevada. Algunos fabricantes utilizan dos motores independientes, cada uno de ellos alojado en un eje. Como resultado, se obtiene un vehículo de tracción total.
Motores eléctricos en las ruedas
También existe la posibilidad de montar directamente el motor en la rueda, lo que elimina la transmisión y los diferenciales. A estos motores se los conoce como motores de cubo o motores de rueda y tienen dos grandes ventajas: por un lado, su simplicidad mecánica y, por el otro, una tracción total e independiente.
Por otro lado, estos motores presentan hoy dos limitaciones principales: su potencia unitaria aún no es muy alta y agregan un peso notable a la rueda. Esas dos limitaciones los hacen inadecuados para vehículos de altas prestaciones y de lujo. Sin embargo, si se aumenta su potencia en el futuro y se reduce su peso, su uso probablemente se generalizará.
En todo caso, no cabe duda de que una de las grandes ventajas de los coches eléctricos es que ofrecen muchas opciones de ubicación del grupo motriz, frente a los vehículos con motor de combustión, mucho más limitados en esta cuestión.
¿Acabarán los vehículos eléctricos entonces con la tracción delantera? De esto hablaremos en un próximo artículo, así que permanece atento a nuestro blog.