La última evolución en normas de control de emisiones mete aún más en cintura las emisiones diésel de NOx.
Ya te hemos contado de dónde viene la norma Euro 6 de control de emisiones contaminantes. Ahora te vamos a explicar qué novedades supone respecto a las anteriores versiones este nuevo estándar aplicado a coches y furgonetas, en vigor desde septiembre de 2015.
Como podrás comprobar en la tabla inferior, la principal variación tiene que ver con los motores diésel.
En efecto, la novedad es el límite de las emisiones de NOX de los motores diésel, que con esta norma experimentan un descenso del 55,5% de emisiones. Una bajada que provoca que la mezcla de hidrocarburos y NOX también disminuya.
Para cumplir con dicho límite se utiliza una combustión a menor temperatura. No debemos olvidar que los NOX son el resultado de la oxidación del nitrógeno del aire en la cámara de combustión (cuanto mayor sea la temperatura de combustión, se obtendrán más óxidos de nitrógeno y menos partículas). También se emplean los catalizadores de NOX, como el SCR con Adblue o las trampas de NOX.
¿Cuáles son los vehículos afectados por esta normativa?
Concretamente, Euro 6 afecta a los coches y los vehículos comerciales de menos de 2.160 kg, equipados con motores de gasolina, gasoil, gas natural (GN) o gas licuado del petróleo (GLP).
Además, conviene que sepas que esta norma entró en vigor el 1 de septiembre de 2014 a la hora de homologar vehículos y motores, aunque no fue hasta septiembre de 2015 cuando se convirtió en obligatoria para todos los vehículos a la venta.
Así que si compraste tu coche antes de esa fecha, tranquilo: no se ve afectado por estas nuevas limitaciones, aunque exista la posibilidad de que su motor cumpla con ellas simplemente porque el fabricante comenzara a vender coches con motor Euro 6 antes de que fuera obligatorio.
¿Cómo se sabe si un motor cumple con Euro 6?
Para medir las emisiones contaminantes se realiza un test sobre rodillos que se denomina NEDC (New European Driving Cycle). La prueba dura 20 minutos y se efectúa según un procedimiento en diferentes fases: primero se simula una conducción por ciudad y posteriormente se pasa a una conducción por carretera. La velocidad media del test es de 33 km/h. Si se prueban distintos aceites, se pueden controlar las emisiones contaminantes y la reducción de consumo de carburante.
Euro 6 no solo se encarga de asegurar que los motores son lo suficientemente limpios. Además, los fabricantes deberán asegurar la durabilidad de los dispositivos de control de la contaminación hasta los 160.000 km. También se debe permitir comprobar su buen funcionamiento, en circulación, durante los primeros cinco años o el equivalente a 100.000 km.
¿Y cómo se consigue reducir los NOx?
Cada marca y modelo de coche puede emplear distintos sistemas para mantener a raya las emisiones de óxidos de nitrógeno.
Por ejemplo, se puede reducir directamente el consumo de energía, tal y como hacen los vehículos híbridos, la incorporación de sistemas Start&Go o los de recuperación de energía en la frenada.
Además, se pueden emplear sistemas de tratamiento de los óxidos de nitrógeno en el propio sistema de escape. Para los vehículos más ligeros se puede utilizar un catalizador acumulador de NOx. Por su parte, los más grandes y pesados suelen recurrir a la tecnología SCR (Selective Catalytic Reduction, reducción catalítica selectiva) con inyección de AdBlue.
No olvides que utilizar lubricantes de calidad ayuda a reducir el consumo de tu vehículo y a mantener su motor en perfecto funcionamiento. Por eso siempre debes elegir aceites adecuados a tu automóvil que respondan a las exigencias establecidas por el fabricante.