El mantenimiento básico de tu compañera de aventuras es sencillo, pero muy importante.
Conducir una moto es un mundo de sensaciones. Por eso hay tantos apasionados de estos vehículos. No existe una manera más intensa de sentir la carretera y todo lo que puede ofrecer. Además, cuidar de una motocicleta es parte fundamental de la cultura de las dos ruedas.
El mantenimiento de una moto es muy importante, más allá del aceite de motor. Hay muchas partes y piezas de ella que requieren atención para asegurar una conducción segura y placentera. Por suerte, los trabajos básicos en lo referente a las motos son fáciles de realizar y, además, existen productos especializados para cada uno de ellos.
Los frenos son lo primero
El primer elemento de seguridad de una moto es su sistema de frenos. Utiliza un fluido especial que permite accionarlo. En este sentido, es muy importante seguir las recomendaciones técnicas del fabricante a la hora de elegir el líquido de frenos adecuado.
Conviene revisar el nivel de líquido de frenos de la moto al menos una vez al mes y sustituirlo cada uno o dos años. Así se puede garantizar su perfecto funcionamiento.
Cómo lubricar la cadena de una moto
La acción del motor y de la transmisión es la que permite a la moto moverse. En este ámbito, la cadena es un elemento muy importante porque es la encargada de transferir la potencia del motor a la rueda trasera. Se debe cuidar adecuadamente para evitar riesgos.
Un buen hábito consiste en lubricar la cadena después de cada viaje, mientras esté todavía caliente. De esta manera, el aceite penetrará en todas las partes de la cadena. También es recomendable comprobar su tensión ya que, si esta es correcta, aumentará la vida útil de la motocicleta.
Para realizar esta operación, es necesario girar la rueda trasera a medida que se aplica el lubricante especial para cadenas. El objetivo consiste en recubrirla de manera uniforme y hacer que el aceite penetre profundamente. Luego solo hay que dejar reposar la cadena cinco minutos y limpiar el exceso de lubricante con una toalla de papel.
La importancia de cuidar el motor
Por supuesto, también el motor de una moto debe estar correctamente lubricado. Cuando entra en funcionamiento, ocurren muchas cosas al mismo tiempo. Por ejemplo, que el motor se calienta. Por eso no hay que olvidar la importancia del líquido refrigerante que, como en el caso de los coches, debe ser adecuado. También hay que sustituirlo de manera periódica y comprobar su nivel para asegurarnos de que todo funciona correctamente.
Además, para que el motor funcione es necesario introducir oxígeno a la cámara de combustión. Sin embargo, las partículas que entran con el aire, como el polvo o la tierra, pueden obstaculizar el rendimiento del propulsor e incluso impedir su funcionamiento en casos extremos. El filtro de aire es el que se encarga de atrapar estos contaminantes y por eso es la primera y la última línea de defensa en la batalla entre esos elementos externos y los componentes del motor. Te imaginarás, por tanto, lo importante que es mantenerlo limpio y lubricado.
Existe un producto específico para esta operación: el aceite de filtro de aire. Se diseña para penetrar los poros del filtro y evaporarse, dejando un residuo pegajoso para atrapar los contaminantes. Por eso, conviene aplicar una cantidad generosa al filtro, ya que el propósito de este fluido consiste en ayudarle a hacer mejor su trabajo.
En un próximo artículo te hablaremos también sobre otros elementos que forman parte del mantenimiento básico de una moto, como es el caso de las horquillas. Y también te contaremos cómo cuidarla para girar cabezas a su paso. Recuerda que utilizar productos de calidad y adecuados a cada vehículo es la mejor estrategia que puedes seguir para alargar su vida útil.
Por cierto, todavía estás a punto de participar por una buena causa en The Distinguished Gentelman´s Ride el 29 de Septiembre.