¿Sabes lo que significan las nuevas etiquetas de los combustibles?

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A partir de ahora verás en las gasolineras unas etiquetas con nueva denominación para ellos.

Estábamos muy acostumbrados a los nombres comerciales de los combustibles. Al parar en una gasolinera (y echar un vistazo al listado de precios) nos resultaba muy sencillo identificar el tipo de gasolina o gasóleo que queríamos repostar. Diésel con más aditivos, diésel con menos aditivos, gasolina 95, gasolina 98… son muchos años conviviendo únicamente con esta clasificación. Pues resulta que, a partir de ahora, unas nuevas etiquetas nos ayudarán a identificar el combustible que necesita nuestro vehículo de manera mucho más exacta.

¿Te has parado últimamente en alguna gasolinera? Entonces habrás visto con toda seguridad una letra seguida de un número en cada surtidor. Se trata de las nuevas etiquetas de los combustibles, que a partir de ahora utilizarás para reconocer el carburante que desees repostar.

Esto se debe a la transposición a la legislación española de una norma de la Unión Europea. En nuestro país está en vigor desde el día 12 de octubre de 2018. Gracias a ello, tenemos un conjunto de productos equivalentes en la Unión Europea, único para los 28 estados miembro y también para Islandia, Liechtenstein, Noruega, Macedonia, Serbia, Suiza y Turquía.

 

¿Cómo puedo identificar el combustible que voy a repostar?

Si tu coche es nuevo, habrás visto en la boca de llenado del combustible unas etiquetas que te dan indicaciones sobre el tipo de carburante que debes utilizar. Esta información se encuentra también en el libro de mantenimiento del vehículo, sea cual sea su tipo (ciclomotor, turismo, vehículo comercial, autobús…)

En el caso de que conduzcas un coche de gasolina, verás un círculo que tiene en su interior una letra E seguida por un número. Lo más habitual es que esa indicación sea E5 o E10, aunque en algunos países podríamos encontrar incluso un E85.

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El misterio detrás de esa letra y ese número es muy sencillo: en la actualidad, a las gasolinas se les añade bioetanol. Así, la etiqueta E5 indicaría que una gasolina contiene un 5% de etanol; si fuera E10, el porcentaje ascendería al 10%, mientras que una E85 apuntaría a un 85% de etanol. De esta manera, la información que te proporciona el fabricante del vehículo indica hasta qué porcentaje de etanol puede llevar la gasolina compatible con el motor del coche.

Si tu coche es diésel, encontrarás un cuadrado con una letra B en su interior y un número. Lo habitual es que te encuentres B7 y B10. Esta denominación sigue la misma lógica que la de las gasolinas, solo que en este caso indica el porcentaje de biodiésel que contiene el gasóleo (un 7% o un 10%). Si has visto las letras XTL, se refieren a un biodiésel fabricado totalmente a partir de gas natural.

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¿Y qué ocurre con los coches a gas?

Los vehículos propulsados a gas también poseen su propia etiqueta, solo que en su caso tiene forma de rombo. En su interior encontrarás el tipo de gas adecuado para el automóvil: H2 (hidrógeno), CNG (gas natural comprimido), LNG (gas natural licuado) y LPG (gas licuado del petróleo).

Las mismas indicaciones que te acabamos de explicar las encontrarás en cada surtidor de las gasolineras y te ayudarán a localizar el combustible indicado para tu vehículo.

Aunque te pueda parecer en un principio que estas nuevas etiquetas de los combustibles son un poco liosas, lo cierto es que ayudarán a clarificar su elección y evitar muchos de los errores actuales. Eso sí, los vehículos antiguos no llevan este etiquetado, por lo que no resultará tan sencillo identificarlos.

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Yo quiero repostar gasolina de 98 octanos. ¿Cómo sé cuál necesito?

Estas etiquetas no cambian el hecho de que seguiremos contando con dos gasolinas: una de 95 y otra de 98 octanos. Cada una de ellas tendrá una concentración de bioetanol que puede ser igual o diferente, algo que podrás identificar mirando el círculo correspondiente con su letra y su número. De esta manera, si de lo que quieres asegurarte es de que la gasolina que estás comprando tiene 98 octanos, deberás fijarte únicamente en este dato.

En el caso de los gasóleos ocurre lo mismo. Como siempre, uno de ellos tendrá una aditivación especial que permitirá, entre otras cosas, reducir el consumo de combustible gracias a los aditivos detergentes extra que contiene. Eso sí, los dos gasóleos podrán ser B7 o B10, en función del porcentaje de biodiésel que incluyan.

 

¿Cuál es la ventaja de estas etiquetas, entonces?

Estas nuevas etiquetas ayudan a identificar claramente los productos en función de las necesidades del motor, que ha sido desarrollado por el fabricante para admitir un porcentaje máximo de bioetanol o biodiésel. Los coches actuales pueden consumir gasolinas y gasóleos con mayor concentración de bioetanol y biodiésel, una información que hasta ahora no se encontraba al alcance de los consumidores de manera tan clara.

Hay que tener en cuenta que la parte bio del combustible es menos contaminante que la procedente de un carburante fósil, ya que se produce a partir de compuestos naturales y entra en el ciclo del CO2: se fabrica a partir de plantas como la soja, que absorbe estas emisiones para desarrollarse.

De este modo, las normativas europeas facilitan el uso de combustibles alternativos a las gasolinas y gasóleos tradicionales y el nuevo etiquetado llega para darnos información clara sobre su composición. Esto te ayudará a identificar y utilizar siempre el combustible más adecuado a los requisitos del motor de tu coche.

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