Cargando...¿Vas a cambiar de tractor? Te contamos qué productos necesita la nueva generación de estos vehículos agrícolas.
Que los tractores y las cosechadoras han evolucionado una barbaridad en los últimos años es algo que salta a la vista. Lo que ocurre es que no ha sido solo su aspecto exterior el que ha cambiado. Las tecnologías destinadas a reducir las emisiones contaminantes también lo han hecho.
Esto se debe a que las normativas de emisiones no son solo cosa de los coches y los camiones. Los vehículos agrícolas también deben someterse a ellas, por eso han incorporado tecnologías equivalentes a las de los de carretera para reducir su potencial contaminante. Así, las transmisiones y los sistemas de escape han evolucionado para adaptarse a ellas.
Algunas de esas tecnologías que incorporan los nuevos tractores son los sistemas de tratamiento de gases de escape. Por ejemplo, los filtros de partículas para eliminar estos contaminantes que se producen durante la combustión. También los sistemas de tratamiento de los óxidos de nitrógeno, los famosos SCR, que necesitan del líquido AdBlue para su correcto funcionamiento.
¿Qué normativas de emisiones afectan a los vehículos agrícolas?
En la actualidad, existen fundamentalmente dos normas de emisiones que afectan a los vehículos agrícolas: la TIER y la STAGE. Serían el equivalente a las famosas normas Euro que afectan a coches y vehículos pesados.
Los límites de la norma TIER los establece la EPA (Environmental Protection Agency) de Estados Unidos, siendo la norma TIER 4f la que está en vigor desde el año 2014. Por su parte, los límites de la norma STAGE los establece la Unión Europea y es la norma STAGE V la vigente desde finales de 2018. Estas normas se aplican en función de la potencia que tienen los motores -que van desde unos 19 kW hasta los 560 kW-, una aplicación que se realiza en diferentes plazos.
Las evoluciones de estos estándares han implicado una reducción progresiva de las partículas y de los óxidos de nitrógeno, dos compuestos peligrosos para la salud. Para conseguirlo, los fabricantes de vehículos agrícolas han ido introduciendo distintos elementos en el escape como los filtros de partículas, los catalizadores diésel y los EGR refrigerados.
¿Y qué tiene que ver el aceite con todo esto?
Los aceites para vehículos agrícolas tienen mucho que ver con todos estos componentes. Al igual que ocurre con los vehículos ligeros y pesados, esas piezas requieren el uso de lubricantes cuya composición química esté adaptada a su funcionamiento. De esa manera, se evitan problemas de formación de depósitos en el catalizador de óxidos de nitrógeno (SCR), presencia de cenizas sulfatadas que obstruyen el filtro de partículas, así como de azufre y fósforo que, en altos niveles, también puede afectar a los catalizadores.
Esta es la razón por la que los aceites para vehículos agrícolas deben adaptarse, en su formulación, para que no se produzcan problemas en estos elementos. Al mismo tiempo que se reduce la SAE, la viscosidad ha variado también con el tiempo y se ha pasado de recomendar SAE 15W40, 10W40 a SAE 10W30 y 5W30.
Esta disminución de la SAE implica un ahorro de combustible. Al quemar menos gasóleo, se reducen las emisiones contaminantes.
Adiós a los productos multifuncionales
Como consecuencia de lo anterior, para los nuevos vehículos agrícolas ya no se producen productos multifuncionales que sirvan tanto para los motores como para las transmisiones. Como los nuevos catalizadores necesitan una formulación específica, no se pueden utilizar los aditivos que son necesarios para las transmisiones. Esa es la razón por la que los aceites STOU no se recomiendan en tractores nuevos y, por tanto, no se han desarrollado.
De hecho, resulta imposible utilizar un aceite para todo en los nuevos vehículos agrícolas. En su lugar, hay que emplear un aceite de motor por un lado y un aceite UTTO -multifuncional para las transmisiones, hidráulicos, embragues y frenos húmedos- por otro. El lubricante de motor, además, debe cumplir las últimas normas de ACEA (E6 o E9, o las dos) y las API (CK-4).
Entonces, ¿qué productos necesitaré para mi nuevo tractor?
Si te planteas comprar un tractor nuevo, debes tener en cuenta los productos que necesitarás para mantenerlo. Por un lado, se encuentra el aceite de motor, que debe ser compatible con los filtros de partículas y el SCR. También será necesario un aceite para las traseras, denominado UTTO, y un nuevo producto, el AdBlue, necesario para el funcionamiento del catalizador de óxidos de nitrógeno (SCR).
En algún caso, también será necesario utilizar aceites para diferenciales -con o sin aditivos para los de deslizamiento limitado-, aceites hidráulicos y algún que otro producto más, en función de lo que indique el libro de mantenimiento.
Las grasas, un elemento que se suele olvidar, también son necesarias para mantener los elementos que las emplean. Si no se tienen en cuenta en el mantenimiento, se pueden dar problemas de desgaste en los componentes que lubrican, que pueden conducir a averías y gastos innecesarios.
El libro de mantenimiento es la brújula que debes utilizar. Si sigues sus indicaciones para cuidar de tu tractor, evitarás grandes riesgos de avería. Ten en cuenta que este vehículo es tu herramienta de trabajo y, si no lo mantienes en las mejores condiciones, puedes encontrarte con que no podrás emplearla cuando más la necesites.
Realizar un buen mantenimiento de tu vehículo agrícola, con productos de calidad y adecuados a sus características, es lo más rentable que puedes hacer por tu negocio.
