Los avances en automoción traen nuevos retos que los lubricantes y las normas, entre ellas API SP, tratan de afrontar.
La innovación es imprescindible para lograr los avances de los que disfrutamos actualmente. Cada día, miles de ingenieros en todo el mundo se devanan los sesos para lograr que nuestra vida sea más sencilla, más eficiente y más respetuosa con el medioambiente. En automoción, una de las grandes metas en los últimos años consiste en reducir al mínimo el consumo de combustible. Si se logra, obtenemos vehículos menos contaminantes y también más eficientes.
Uno de los caminos que se han seguido para reducir ese consumo de carburante en los motores ha sido la evolución hacia los motores de gasolina de inyección directa (GDi). Una tecnología que, combinada con el uso de turbos, da como resultado los famosos TGDI.
La idea es muy ingeniosa: al combinar dos tecnologías que disminuyen las emisiones contaminantes del vehículo, que es el objetivo principal, se logra reducir también su consumo. Eso sí, como ocurre prácticamente con cualquier otro avance tecnológico, esta innovación conlleva algunos retos. Uno de ellos es el temido LSPI, un fenómeno que se da en los motores con esta tecnología y que puede conducir a averías.
Qué es el LSPI y por qué hay que evitarlo
Ya te hemos hablado del LSPI en alguna ocasión, pero no te preocupes, que te lo volvemos a explicar. Se trata de un problema que produce pre-igniciones del combustible dentro de la cámara de combustión y siempre a bajas presiones. Son pequeñas igniciones que se dan antes de la ignición de toda la vida, es decir, la que provoca la chispa de la bujía. Como resultado de estos pequeños incendios, pueden producirse desperfectos en el pistón y en el cilindro. Es un efecto parecido al picado de bielas.
¿Por qué se producen esas pequeñas igniciones? Resulta que los depósitos que se forman al quemar el combustible y el aceite en la cámara de combustión pueden quedar depositados en sus paredes. Entonces, al producirse la combustión de la gasolina, esos depósitos se recalientan y se mantienen a altas temperaturas. A veces son tan elevadas, que pueden provocar que el combustible que está alrededor de esos depósitos se inflame.
Este fenómeno origina una llama que se expande por la cámara de combustión y choca con la que se forma en la bujía, cuando salta la chispa entre el ánodo y el cátodo. También puede chocar con otras procedentes de otros depósitos formados en la cámara.
¿Qué significa esto? Que tendríamos dos frentes de llama —o más— expandiéndose por la cámara y chocando entre ellos. ¿A que no tiene muy buen aspecto?
Efectivamente, ese choque en el lugar en el que se produce la energía puede producir vibraciones que harían que el pistón no se mueva adecuadamente en el cilindro. También pueden provocar que el empuje sobre la cabeza de la biela sea tan fuerte que pueda dañarse.
El resultado será una avería con pérdida de material, bien en el pistón o bien en la cabeza de la biela. Esa es la razón por la que el LSPI debe evitarse a toda costa.
Una norma para evitar el LSPI
La primera vez que surgió este problema fue en los Estados Unidos. Por esa razón, el American Petroleum Institute, API, se puso manos a la obra e investigó cómo los aceites de motor pueden ayudar a evitar el LSPI. De hecho, en función de las formulaciones se ha visto que se puede reducir y llegar a eliminar este problema.
Así, API fue la primera en desarrollar normas para lubricantes destinadas a evitarlo: la API SN+, que surgió primero, y la más reciente API SP. API estableció ensayos que permitieron determinar el nivel mínimo de protección que un lubricante debe ofrecer a los motores.
En concreto, API SP ha establecido un ensayo, Sequence IX (ASTM D8291), en el que se pueden verificar los efectos del LSPI en motores de gasolina de inyección directa turboalimentados (Turbo GDI). El ensayo se basa en hardware desarrollado en Ford según especificaciones de API y se presentó por primera vez en la norma API SN+.
Este ensayo presenta unos límites que los productos deben superar para asegurar que el fenómeno LSPI no se va a dar. Como consecuencia, se han producido variaciones en las formulaciones de los lubricantes, sobre todo en temas de detergencia y dispersión, para evitar la formación de depósitos en la cámara de combustión por los residuos del combustible y del aceite.
En un próximo artículo te hablaremos sobre otros ensayos que se han introducido con la norma API SP y sobre lo que ha supuesto su introducción en los nuevos lubricantes.