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Así se comporta el lubricante en los motores de dos y cuatro tiempos.
¿Recuerdas que hace poco te contábamos las diferencias entre un coche y una moto a la hora de lubricar sus motores? Pues es nuestra intención seguir iluminándote en la materia. Por eso en esta ocasión te vamos a hablar de algunos aspectos que debes tener en cuenta al cambiar el aceite de tu moto. ¿Sabes lo que es la lubricación a pérdida? ¿Y la diferencia a la hora de lubricar un motor de dos tiempos y otro de cuatro tiempos? Pues si sigues leyendo, despejarás tus dudas.
En primer lugar, debes saber que los lubricantes para motocicletas comparten con los de coche la norma bajo la cual se rigen: la SAE J300. Esto quiere decir que comparten grados de viscosidad con los aceites para coches, como en motos de 4 tiempos 10W-40, 10W-50, 20W-50 y 10W-60.
No solo eso: además, comparten con ellos la filosofía en cuanto al cambio de aceite, es decir, que debes tener en cuenta siempre una serie de criterios a la hora de elegir el lubricante adecuado, como por ejemplo si es mineral o sintético, qué tipo de uso haces de tu moto o qué antigüedad y kilómetros tiene su motor, así como las normas del fabricante y otras internacionales como JASO, que es la más importante en el mundo de las dos ruedas. Si sigues estos criterios podrás elegir correctamente el aceite de tu moto.
Dos diseños de motor distintos
Si hablamos específicamente de motos, debes recordar que existen dos diseños de motor distintos, que son los de dos tiempos (2T) y los de cuatro tiempos (4T). Cada uno de ellos tiene unos requerimientos particulares a la hora de lubricarse.
En el caso del aceite que se utiliza en las motocicletas con motores de 2T, se añade en la mezcla gasolina-aceite, formando una niebla que entra en el cárter del cigüeñal. Allí se lleva a cabo la precompresión de la mezcla, que después entra en el cilindro para su combustión.
Durante esa etapa de precompresión, una parte del aceite se separa de la mezcla y se encarga de lubricar tanto los elementos móviles como los cilindros. Esto se conoce como “lubricación a pérdida”. Esto significa que el aceite se quema y los residuos pasan a ser expulsados por el tubo de escape.
Por eso, estos aceites deben cumplir una serie de requisitos para no perder sus propiedades lubricantes a las temperaturas a las que se produce la combustión. También deben ser capaces de dejar la mínima cantidad posible de residuos en el momento en el que se queman. Esto es así porque la lubricación a pérdida puede formar depósitos de carbonillas que se depositan en la culata, la cabeza del pistón y en las lumbreras del escape. Por eso pueden perjudicar el funcionamiento del motor. Así que fíjate si es importante que utilices siempre aceites de calidad que cumplan con todos los requisitos.
En cuanto a los motores 4T, análogos a los de un coche, el aceite no se mezcla con el combustible, por eso tiene propiedades muy distintas para cumplir con sus funciones de lubricación.
Indicaciones a seguir
Los lubricantes para moto, igual que los de coche, exigen también que revises las indicaciones que te da el fabricante dentro del libro de mantenimiento, teniendo en cuenta la viscosidad recomendada, la norma API, la norma JASO y cualquier otro dato técnico que te proporcione el constructor del vehículo para protegerlo al máximo.
Tampoco debes olvidar el uso que harás de la motocicleta a la hora de elegir lubricante. Ya sea urbano o de ruta, existen unas condiciones de uso específicas en las que el aceite deberá dar la talla para proteger el motor. Finalmente, no debes olvidar cambiar lubricante y filtro de aceite a la vez, ni caer en la tentación de alargar el intervalo de sustitución, porque los problemas podrían no tardar mucho en aparecer en forma de averías importantes.
Si además eliges para tu moto un aceite de calidad contrastada, formulado especialmente para ella, puedes estar seguro: habrás triunfado en el cuidado de su motor.
