La clave para elegir un lubricante adecuado está en los componentes originales del vehículo.
Hay una duda muy común entre los verdaderos entusiastas de los coches. Esas personas a quienes le encanta el rugido de un motor de combustión bajo un capó, las líneas elegantes y la ingeniería artesanal. Aquellos a quienes les gusta sentir en sus manos un volante de madera. A quienes entusiasma ese olor mezcla de gasolina y cuero viejo. Sí, a los enamorados de los coches clásicos y antiguos.
La duda es la siguiente: si los aceites sintéticos son tan buenos, ¿por qué no los podría utilizar en un coche de hace más de 50 años? Y la respuesta es sencilla: porque en muchas ocasiones son incompatibles. Veamos las razones.
Cauchos y gomas que se desintegran
Imagínate un viejo Renault con más de 40 años. Necesita aceite de motor y utilizas un lubricante sintético 5W-40. ¿Qué puede salir mal? Pues todo: lo que va a pasar es que los cauchos que ajustan el movimiento de las válvulas al abrirse y cerrarse se desintegrarán.
Esto no es un caso ficticio, sino real: en TotalEnergies ya lo hemos intentado y eso es lo que ha pasado. Lo que ocurre es que los viejos cauchos y gomas que llevan los motores de los coches antiguos no son compatibles con los componentes de los aceites sintéticos.
De hecho, al investigar qué había ocurrido con el viejo Renault del ejemplo, comprobamos que los cauchos no eran compatibles con las bases sintéticas —que normalmente son de polialfaolefinas (PAO)— ni con los aditivos del producto, sobre todo con los antidesgaste.
Así que, sintiéndolo mucho, la respuesta a la duda es que los aceites actuales no se pueden montar en vehículos muy antiguos si sus componentes del motor son los originales.
Precaución en el mantenimiento
Esto que acabamos de ver supone que hay que prestar mucha atención a la hora de lubricar motores antiguos o clásicos. Concretamente, hay que comprobar si sus elementos se corresponden con los originales o si se han realizado reparaciones con materiales actuales.
En el caso de que los elementos del vehículo sean los originales, es importante consultar cuál era la recomendación del fabricante a la hora de elegir aceite. ¿Y en qué hay que fijarse, concretamente? En los siguientes aspectos.
Recomendación SAE
Hay que comprobar qué tipo de SAE indicaba el fabricante para ese motor. Cuanto más antiguo el vehículo, más probable es que la recomendación sea un aceite SAE 40 monogrado de tipo mineral.
¿Y por qué un SAE 40? Pues porque las holguras entre las piezas son mayores que las que se encuentran en los motores de hoy en día. Por eso se suelen usar grados SAE 40 o 50. Además, en muchos casos nos encontraremos con que el coche no equipa una bomba del aceite.
Eso sí, en coches clásicos de los años 40 y 50 del siglo pasado, que ya incorporaban la bomba de aceite, nos podemos encontrar ya recomendaciones de aceites 15W-40 y 20W-50, que llevan aditivos antidesgaste para proteger las válvulas.
Tipo de base
Hay que confirmar qué base recomienda el fabricante. Si las gomas y retenes son los originales, querrá decir que son perfectamente compatibles con bases minerales y que no se deben utilizar aceites sintéticos.
Norma API
Normalmente, el fabricante indicará una norma API determinada para el aceite más adecuado al motor del coche.
Hay un elemento importante en este punto, que son los aditivos antidesgaste, junto a la capacidad detergente y dispersante del aceite. Como hemos visto, los aditivos actuales pueden resultar agresivos para algunos elementos del motor de un coche antiguo.
Como los vehículos anteriores a 1950 no solían incorporar filtros de aceite, no se utilizaban aditivos detergentes y dispersantes. Así que existen aceites adaptados a estas necesidades, es decir, con una baja o nula concentración de estos aditivos (API SA, SB y SC).
Si has llegado hasta aquí, ya sabes lo que hay que hacer: consulta el manual del fabricante para conocer el aceite más adecuado para estos viejos motores. Allí encontrarás la SAE y la norma API, que son las dos pistas que debes seguir siempre.
Si tienes la oportunidad, habla con un mecánico especializado en vehículos clásicos. Su experiencia y pasión no solo te resultarán de gran ayuda, sino que disfrutarás escuchando sus historias sobre la restauración de vehículos y la búsqueda de piezas originales. En serio: te va a encantar.