Algunos consejos te ayudarán a ahorrar energía y aumentar la autonomía de tu vehículo eléctrico. ¡No te los pierdas!
Ya te hemos hablado sobre la importancia de la conducción eficiente en un coche eléctrico. También sabes ya que este concepto no es exactamente igual al de un vehículo de combustión. Esto es así porque los vehículos eléctricos tienen ciertas peculiaridades. Por ejemplo, que consumen más en autopista que en ciudad.
En esta ocasión vamos a compartir contigo algunos consejos adicionales para que puedas sacar el máximo partido a tu coche eléctrico sin tener que parar más a menudo a recargar su batería.
Claves para aumentar la autonomía de un coche eléctrico
– Cuidado con el acelerador de tu coche eléctrico.
Una de las características que distinguen a los vehículos eléctricos es su gran capacidad de aceleración desde parado. Esto sucede porque estos vehículos ofrecen todo el par motor disponible desde el primer momento.
En este sentido son distintos a los vehículos de combustión interna. Los coches diésel y gasolina proporcionan una amplia gama de velocidades, que se adaptan a las revoluciones que va alcanzando progresivamente el motor. Esta es la razón por la que incluso los coches deportivos gasolina o diésel más avanzados puedan ser sobrepasados durante los primeros metros de recorrido por un coche eléctrico.
Por esta razón, lo más recomendable para conducir de manera eficiente un coche eléctrico es tener mucho cuidado con el acelerador. Una aceleración exagerada desde parado repercute directamente en la energía que consume el vehículo, al igual que ocurre con coche de combustión. Por eso es muy recomendable acelerar de manera suave y progresiva si lo que quieres es preservar la autonomía de un coche eléctrico o no gastar más de la cuenta en gasolina si se trata de uno de combustión.
También hay que prestar atención a la velocidad a la que circulamos, sobre todo en desplazamientos largos o circulando por vías rápidas. Esto también repercute de manera importante y directa en la autonomía del vehículo.
Mantener el acelerador pisado constantemente incrementa mucho el consumo, por eso siempre es recomendable aprovechar la inercia del vehículo en la medida de lo posible. En este sentido, no es lo mismo llanear que circular bajando o subiendo un puerto.
– Planifica tus viajes y rutas.
En realidad, este consejo es interesante sea cual sea el vehículo que conduzcas: planificar viajes y rutas antes de emprenderlos es muy útil. Eso sí, en el caso de los coches eléctricos lo es aún más. La razón no es otra que el principal inconveniente que presenta la movilidad eléctrica: la autonomía de estos automóviles.
Por eso es especialmente importante que, a la hora de emprender una ruta o un viaje, realices un estudio previo del recorrido que vas a realizar, localizando las diferentes estaciones de recarga donde poder cargar la batería del coche eléctrico. Todo ello, sin dejar de respetar los porcentajes de carga recomendados, que van de 30% a 80% de la capacidad de carga completa. De esta forma, nunca forzarás la batería y le sacarás la máxima rentabilidad a tu vehículo. Para que te hagas una idea clara, lo ideal es prever y planificar una parada cada 200 km aproximadamente.
En la medida de lo posible, se deben valorar las rutas urbanas al planificar un viaje para un coche eléctrico. Aunque no siempre serán las más rápidas, sí pueden ayudar a ahorrar energía. En ciudad es más fácil encontrar estaciones de recarga y, además, los vehículos eléctricos están más preparados para funcionar de manera eficiente en este tipo de entornos.
Si hablamos de distancias largas, es conveniente saber si se circulará por autovía o carreteras nacionales. Por ejemplo, en Francia las autovías son muy rectas y llanas, por lo que la capacidad de recuperación de carga con la frenada regenerativa será muy limitada. Sin embargo, por carreteras nacionales con subidas y bajadas, además de ir a una velocidad máxima de 90 km/h se pueden obtener recuperaciones de carga mayores por frenada.
– Los neumáticos: siempre en perfecto estado.
Respecto a los neumáticos, los factores ambientales y el estilo de conducción son los que marcan, en gran medida, la diferencia. En todo caso —y sobre todo en vehículos eléctricos—, es fundamental tenerlos en condiciones óptimas en todo momento.
El tamaño y el tipo de neumático que monta un vehículo eléctrico influye de manera directa en su autonomía.
Hay que tener en cuenta que el diámetro de las ruedas en los coches eléctricos suele ser mayor que en los vehículos convencionales. También son más estrechas para reducir al mínimo la fricción con el suelo y soportar mejor todo el peso del vehículo. Además, estos neumáticos suelen ser de baja resistencia a la rodadura para optimizar su rendimiento y aumentar la autonomía del vehículo.
Es conveniente inflar los neumáticos al máximo de presión recomendada por el fabricante, con el fin de reducir la superficie de contacto con el pavimento. Esto permite ahorrar hasta el 3 % de consumo.
Como la aceleración desde parado de los coches eléctricos es mucho más rápida, los neumáticos del eje motriz tenderán a desgastarse mucho más rápido. Esta es una razón más para acelerar suavemente: no solo evitarás derrochar energía, sino también desgastes prematuros de los neumáticos.
– Utilizar una app para tener la máxima información del vehículo.
En este apartado las posibilidades son muchas, tanto las que ofrece la propia marca del coche como otras empresas especializadas. Hay apps para smartphone que miden el consumo, sugieren rutas, detallan el mantenimiento del coche eléctrico, permiten climatizarlo a distancia…
En definitiva, se puede monitorizar mucha información del vehículo para optimizar al máximo su uso y consumo gracias a estas aplicaciones. Algunas opciones consisten en conocer las estaciones de recarga más cercanas, comprobar el nivel de carga de las baterías, iniciar la climatización el coche antes de arrancar o realizar pagos directos desde el móvil.
Estos consejos pueden ayudarte a alargar la autonomía de tu coche eléctrico. Si, además, quieres alargar su vida útil, no olvides que deberás realizar las revisiones que indica el fabricante y utilizar siempre productos de calidad contrastada en su mantenimiento.