Cuando hablamos de deportivos hablamos de vehículos muy especiales. ¿Sabes cómo marcan la diferencia?
Ya sabemos qué es un vehículo deportivo. Y ya conocemos algunas características que diferencian a los coches deportivos de los modelos de calle. En esta ocasión vamos a hablar de otros elementos que equipan estos vehículos y que aportan ese carácter tan inconfundible a su conducción, como su transmisión, su sistema de frenos o la distancia entre ejes.
Transmisión en vehículos deportivos
Los vehículos deportivos equipan motores con carácter, especialmente diseñados para facilitar la experiencia de conducción característica de estos automóviles. Bien, pues la transmisión también debe estar a la altura.
Hasta hace pocos años, las transmisiones manuales eran la opción preferida y, en ocasiones, la única disponible para un vehículo deportivo. Sin embargo, el gran progreso alcanzado en el funcionamiento de las transmisiones automáticas las han convertido en la opción preferida a la hora de equipar un vehículo deportivo.
En lo referente al eje propulsor, normalmente los automóviles puramente deportivos suelen montar una propulsión o tracción trasera —Rear Wheel Drive (RWD) —. De todas maneras, ya desde los años 80 del siglo pasado muchos fabricantes optan por comercializar vehículos de carácter deportivo con tracción delantera —Forward Wheel Drive (FWD) —, que resultan más fáciles de conducir cuando los llevamos cerca del límite.
En cualquier caso, los vehículos deportivos de altas prestaciones que se precien de serlo, o bien montan una tracción trasera, o bien una tracción total (AWD). Esta última es heredera de la exitosa experiencia adquirida fundamentalmente en el Campeonato Mundial de Rally por modelos emblemáticos como los primeros Audi Quattro, los Mitsubishi Lancer Evolution o los Subaru STI.
Chasis
El chasis de los coches deportivos tampoco suele ser exactamente igual al de un vehículo convencional. De hecho, cuando diseñan un vehículos deportivo, los fabricantes plantean un chasis diferente, más ligero y rígido.
El objetivo que persiguen con esto no es otro que ofrecer un comportamiento más dinámico y deportivo del vehículos.
Suspensión
Seguro que has oído hablar muchas veces de la suspensión deportiva. En efecto, este tipo de sistemas existen y se caracterizan sobre todo porque el recorrido de amortiguadores y muelles es más corto. Además, estos son más rígidos.
Esto tiene una explicación: una suspensión deportiva debe reducir el movimiento de la carrocería en los cambios de dirección, así como en frenadas y aceleraciones. Al mismo tiempo, debe aportar estabilidad y precisión a la hora de afrontar tramos con curvas.
Eso sí, como contrapartida, estos vehículos son más incomodos y nerviosos cuando circulamos por firmes bacheados o en mal estado. Además, su menor altura respecto al suelo exige extremar el cuidado a la hora de sobrepasar resaltes o sortear obstáculos por encima del suelo.
Distancia entre ejes
Esta es otra característica estructural que diferencia a los vehículos deportivos de los modelos convencionales: normalmente, la distancia entre las ruedas de un mismo eje —también conocida como vía— suele ser algo mayor en el caso de los primeros. Esto se debe a que, a mayor anchura, mayor aplomo y estabilidad en las curvas.
Por otro lado, la distancia entre el eje delantero y el trasero —batalla— más corta de estos vehículos hace que sean más rápidos y manejables en zonas de curvas, pero también más nerviosos. Sin embargo, un vehículo de batalla larga tendrá una mayor estabilidad en las curvas, eso sí, en detrimento de su maniobrabilidad.
Los neumáticos
¿Te has fijado alguna vez en los neumáticos de los coches deportivos? Suelen ser bastante más anchos que los de los vehículos convencionales. Esto se debe a que, las cubiertas ofrecen una mayor superficie de contacto con el suelo cuanto más anchas sean. Esto proporciona una mayor tracción y el vehículo también se agarra más en las curvas.
A la hora de realizar una conducción deportiva, lo más adecuado es utilizar neumáticos más anchos y de compuestos blandos, especialmente en asfalto seco. ¿Qué ocurre? Que también se desgastarán más rápidamente y conllevarán un mayor consumo de combustible debido a su mayor rozamiento con el suelo.
También hay que tener en cuenta que unos neumáticos más anchos serán más proclives a sufrir el fenómeno del aquaplanning a una menor velocidad, al ofrecer una mayor superficie de contacto con el asfalto.
Frenos
Está claro que una conducción deportiva requiere un sistema de frenado adecuado. En el caso de los vehículos deportivos, ese sistema debe estar sobredimensionado para detener el vehículo en la menor distancia posible y no desfallecer si los frenos se usan de manera intensiva. Por ejemplo, al bajar un puerto de montaña.
Esta es la razón por la que los vehículos deportivos suelen montar pinzas de freno de mayor tamaño. Sus discos de freno también suelen estar sobredimensionados, ventilados y perforados.
En cuanto a los materiales de fabricación de los discos, los vehículos deportivos más exclusivos suelen ofrecer, como opción, frenos de discos carbocerámicos, al estilo de la Fórmula 1. Eso sí, este tipo de discos de freno solo tienen sentido si el vehículo va a funcionar casi siempre en modo “Racing”.
Esto es así porque estos discos carbocerámicos solo se pueden mantener a temperaturas lo suficientemente altas para mantener toda su eficacia si sometemos los frenos a condiciones de muy alta exigencia. En cambio, si llueve o circulamos a baja velocidad, estos discos carbocerámicos no aportan ventajas destacables en comparación con los discos de acero convencionales.
¿Qué te ha parecido este recorrido que hemos realizado por los coches deportivos y sus peculiaridades? Lo cierto es que son automóviles muy especiales y los productos para su mantenimiento, como el aceite de motor, deben ser adecuados a sus características. No olvides que elegir un lubricante de calidad y adaptado al motor de un automóvil es lo mejor que puedes hacer para extender su vida útil y mantener sus prestaciones.