Hay lubricantes que se llevan mejor con el medioambiente que otros. Te lo contamos.
¿Qué tal se llevan el agua y el aceite? Tanto si lees este blog habitualmente como si no, seguramente sabrás que no muy bien. Algo similar ocurre con los terrenos agrícolas, zonas naturales y otros ecosistemas especialmente sensibles: no conviene mezclarlos porque se pueden causar problemas ecológicos.
Todo esto condiciona el trabajo de la maquinaria off-road y agrícola. Estos vehículos requieren lubricantes para funcionar, que ocasionalmente pueden llegar a entrar en contacto con lo que no deben. ¿Y si hubiera aceites que se llevaran bien con estos medios naturales?
Te presentamos los lubricantes biodegradables, una alternativa que reduce al mínimo su impacto ambiental en entornos sensibles. Vamos a conocerlos un poco más a fondo.
Por qué lubricantes biodegradables
Seguro que te suenan los problemas medioambientales que puede causar el aceite usado si no se gestiona de manera adecuada. Un solo litro de aceite puede llegar a contaminar hasta 1.000 litros de agua. Imagínate el daño que puede causar esto a los distintos ecosistemas.
Ese daño va mucho más allá de ver una mancha de aceite antiestética en la superficie del agua. Si se forma una película de lubricante en una zona acuática, el oxígeno no entrará al agua, perjudicando gravemente a los organismos que viven en ella.
En el suelo, el panorama no es mucho mejor. Si el aceite usado contamina el terreno, este perderá su capacidad de retener nutrientes para las plantas. Incluso si se filtra puede llegar a las aguas subterráneas, que son esenciales tanto para el consumo humano como para la agricultura.
Por todo esto es especialmente importante utilizar lubricantes especiales en áreas sensibles. Usar productos que no contaminen los ecosistemas y que se degraden rápidamente en sistemas de lubricación a pérdida y otras aplicaciones con riesgo de vertido accidental (hidráulicos, motor, transmisiones, grasas, etc.)
Es aquí donde los lubricantes biodegradables entran en juego.
¿Qué son los lubricantes biodegradables?
Los lubricantes biodegradables son aceites y grasas diseñados para que se descompongan de manera natural por la acción de microorganismos en un período de tiempo relativamente corto. De esta forma reducen su impacto ambiental y mejoran la sostenibilidad en diferentes sectores y aplicaciones.
Estos lubricantes especiales están formulados con aceites base y aditivos que son biodegradables y no tóxicos para el medioambiente.
Por este motivo, los lubricantes biodegradables suelen emplearse en aplicaciones con un potencial riesgo de fugas y/o vertidos de estos productos al medioambiente. ¿Que cuáles son? Pues por ejemplo, los trabajos que se desarrollan en áreas forestales, acuáticas o terrenos agrícolas, desde la construcción a la minería, la agricultura o la pesca.
Tipos de lubricantes biodegradables
No todos los lubricantes biodegradables son iguales. Eso sí, la mayoría utiliza aceites vegetales, ésteres sintéticos, polialquilenglicoles (PAG) o una combinación de estos como aceites base.
Aceites base vegetales para lubricantes biodegradables
El uso de aceites vegetales en maquinaria y vehículos no es una absoluta novedad. Ya se utilizaban hace muchos años, cuando el petróleo escaseaba. Fueron muy populares durante las dos guerras mundiales debido al racionamiento de este hidrocarburo y volvieron a ganar popularidad durante la crisis del petróleo en la década de los 70.
Hoy, estos productos vuelven a ser muy populares. La razón es muy sencilla y tiene que ver con la concienciación medioambiental de fabricantes y usuarios, cada vez más preocupados por todo lo relacionado con la sostenibilidad.
¿Qué aceites base vegetales se utilizan habitualmente en lubricantes biodegradables? Son bastante variados. Por ejemplo, el aceite de soja, el aceite de semilla de algodón, el aceite de oliva, el aceite de girasol o el aceite de canola.
Aceites base sintéticos para lubricantes biodegradables
También se utilizan aceites base sintéticos para formular lubricantes biodegradables, como los ésteres y los polialquilenglicoles (PAG). De hecho, estos aceites base permiten aumentar notablemente el rendimiento en algunas aplicaciones donde los aceites vegetales se quedan algo cortos.
Los productos preferidos para este uso son los ésteres sintéticos porque tienen una biodegradabilidad superior y no son tóxicos. También tienen un alto índice de viscosidad, un bajo punto de fluidez, una baja volatilidad y una importante estabilidad térmica. Esto hace que sean perfectos para lubricantes de diferentes viscosidades.
Además, los ésteres sintéticos son ideales para aplicaciones tanto de alta como de baja temperatura, incluso a veces se añaden a los lubricantes a base de aceite vegetal para mejorar sus propiedades a baja temperatura.
Por su parte, los PAG también se utilizan para formular lubricantes biodegradables por su alto índice de viscosidad, su excepcional nivel de limpieza, una buena estabilidad al cizallamiento, un punto de fluidez bajo y una lubricación excepcional en aplicaciones de metal con metal. Sin embargo, tienen ciertos inconvenientes como, por ejemplo, su incompatibilidad con otros tipos de aceites. Además, los elementos que lubrican requieren juntas y pinturas especiales.
En próximos artículos te contaremos más cosas sobre los lubricantes biodegradables, como sus aplicaciones detalladas o sus principales ventajas.