La economía circular también se aplica a los lubricantes. ¿Sabes cómo?
Llevas ya un tiempo leyendo este blog, así que seguro que ya sabes que los aceites lubricantes tienen un periodo de vida determinado por el tipo de trabajo al que se vean sometidos. Es decir, en función de su kilometraje —en el caso de aceites de motor— o de horas de uso —en el caso de los hidráulicos—.
¿Qué pasa cuando ese periodo se agota? Que parte de los aditivos desaparece por su interacción con las partes metálicas o los residuos que se generen. Las bases tampoco se libran de su declive: la temperatura provoca su degradación en mayor o menor grado. Por eso hay que vaciar bien los depósitos y realizar un cambio de aceite adecuado.
Lo que ocurre con los cambios de aceite es que se genera un residuo que puede ser dañino para el medioambiente. Por eso hace falta recogerlo y seguir las disposiciones vigentes para su tratamiento y eliminación. El control del aceite nuevo que se pone en el mercado y del aceite usado que se recoge lo hace en España SIGAUS.
Solo en 2021 se recogieron nada más y nada menos que 128 700 toneladas de aceite usado. Es mucho, ¿verdad? ¿A que sería genial que se pudiera reutilizar de alguna manera? Aquí es donde entran en juego las bases regeneradas o re-refinadas, que se utilizan para fabricar aceites nuevos.
Una segunda vida
Los principios de la economía circular, un modelo clave para la sostenibilidad de la actividad económica, defienden que un producto debe alargar su vida útil tanto como sea posible y animan a su reutilización. En esto se basa el proceso por el cual se regeneran las bases de los aceites lubricantes: en reutilizar y reintroducir en el mercado las bases obtenidas, después de someterlas a tratamientos adecuados.
Gracias a estos procesos, se reducen los costes de eliminación de los residuos y también la utilización de recursos escasos como el petróleo para la producción de otras bases nuevas.
Las bases así obtenidas se denominan RRBO (bases lubricantes re-refinadas), que se pueden utilizar en la fabricación de aceites siempre que cumplan las mismas normas que las bases procedentes del petróleo —conocidas como bases de aceite “virgen” — y que sean admitidas por los fabricantes.
Esto es muy importante: el acuerdo de los fabricantes, ya sean de motores, engranajes, hidráulicos, etc. es necesario. Si ellos dan su conformidad al uso de una base concreta, se puede utilizar.
En la actualidad se admiten y utilizan sobre todo en el ámbito de la industria, especialmente para aplicaciones en sistemas hidráulicos y de engranajes industriales. En el caso de la automoción, ya comienzan a introducirse en aceites de motor, eso sí, en productos minerales o semisintéticos. En estos casos se suelen recomendar los productos sintéticos desde hace años.
¿En qué consiste el re-refinado?
¿Qué quiere decir exactamente eso del “re-refinado”? Con ese término nos referimos a que el residuo se ha sometido a un tratamiento inicial de reciclado y, posteriormente, a otro de acabado. Es decir, que al aceite usado se le ha dado un tratamiento inicial para eliminar el agua y el combustible; además de una filtración para suprimir aquellos compuestos sólidos que se encuentren presentes en el aceite. En este punto se pueden separar las bases de aceite de los asfaltos, mediante un tratamiento a vacío.
Este primer paso consistiría, básicamente, en eliminar los contaminantes. En ese tratamiento se separarían mediante calor los compuestos más pesados, que podrían ser utilizados como combustibles. Por otro lado, se obtienen las bases de aceite, que todavía deben ser tratadas para obtener un producto final equivalente a las bases procedentes del petróleo.
A estas bases obtenidas habría que darles un segundo tratamiento de purificación para eliminar los productos aromáticos que se han formado en el uso del aceite. Esos productos se eliminan mediante hidrogenación, hidrotratamiento o mediante extracción con solvente. Y es necesario eliminarlos porque los compuestos poliaromáticos (PAH) pueden afectar a la salud de los usuarios.
Lo que se exige desde 2007 es que los aceites regenerados estén exentos de PCB/PCT —policlorobifenilos (PCB) y policloroterfenilos (PCT)—, pero actualmente se exige, también, que estén libres de PAH (hidrocarburos poliaromáticos) Todos esos productos pueden afectar a la salud.
También se controlan las partículas y los elementos químicos —silicio, fósforo, sodio, calcio…—, con el objetivo de que sus concentraciones sean mínimas o tendentes a cero. Asimismo, se comprueban otros factores como la resistencia a la oxidación, la espuma, la filtrabilidad, la desaeración… Todas ellas, características y propiedades que tienen las bases que proceden directamente del petróleo.
Todos estos procesos, junto con la obtención de un producto que cumpla las características y propiedades de las bases del petróleo, permite que sean intercambiables a la hora de fabricar los lubricantes. Con estas bases re-refinadas (RRBO) y la aditivación adecuada, se obtienen los lubricantes finales, equivalentes a los que ya se emplean.
4 comentarios en “Aceites lubricantes con muchas vidas: así son las bases regeneradas”
Holaa, alguien me puede dar una explicación de porque AUMENTA el TBN en un aceite regenerado
Buenas, el TBN no debería aumentar, si nos da más información sobre esta cuestión quizás podríamos responderle.
En las explicaciones entiendo que se hacen lubricantes con bases regeneradas por temas medioambientales, ¿pero la utilización de estas bases hace que el coste de fabricar un lubricante sea mayor o menor?.
Yo veo en el mercado lubricantes hidráulicos hechos con bases regeneradas que son mucho más baratos que los fabricados con bases vírgenes, ¿es esto lo habitual?
También veo en el mercado una diferencia de precios importante según quien sea el fabricante de estos artículos con bases regeneradas, ¿qué es lo que diferencia una fabricación con bases regeneradas de unos fabricantes con respecto a otros para que haya esas diferencias?
La diferencia entre bases de aceite regenerado proviene de que hay dos niveles de calidad, las llamadas regeneradas y las que se denominan re-refinadas. Estas últimas requieren niveles de hidrocarburos poliaromáticos (PAH) muy bajos. Este hecho implica mayores controles en la fabricación y unos costes mayores.