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Filtro del habitáculo: qué es y cómo cambiarlo

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Aunque no lo parezca, es importante para tu seguridad. Te contamos por qué.

Puede que no lo sepas, pero hay un elemento de tu vehículo que disfrutas especialmente en primavera, sobre todo si tienes alergias respiratorias. Se trata del filtro del habitáculo, un componente que suele pasar bastante desapercibido, pero con una gran importancia: es tu escudo frente al polen, las bacterias y otros elementos invisibles que te pueden amargar la vida al conducir. E incluso ponerla en peligro.

¿Qué es el filtro del habitáculo?

El filtro del habitáculo —también conocido como filtro de polen—, tiene la misión de depurar el aire que entra al interior de tu vehículo cuando pones el aire acondicionado o la calefacción. Los vehículos con habitáculos grandes —berlinas de gran tamaño, monovolúmenes, etc.— pueden llevar varios filtros.

¿Por qué decimos que es tan importante este filtro? Precisamente porque filtra todos los posibles contaminantes que contiene el aire exterior que entra en el habitáculo. Que, además, no son pocos.

¿Sabías que un metro cúbico de aire contiene entre 10 y 80 billones de partículas que se pueden depositar en el tracto respiratorio? Bacterias, hongos, esporas, polvos industriales, partículas abrasivas, hollín o gases circulando alegremente por tus bronquios. No parece el mejor plan, ¿verdad?

En primavera, la importancia del filtro del habitáculo se multiplica porque mantiene a raya el polen, que puede causar dificultades respiratorias y estornudos. Esto reduce significativamente el nivel de atención durante la conducción, mientras que el riesgo de accidente aumenta.

Tipos de filtros de habitáculo

Para cumplir con esta importante función tenemos distintos tipos distintos de filtro de habitáculo:

El filtro de polen simple, que protege principalmente del polen y de otras partículas. Es de color blanco.

El filtro de carbón activado o activo, que protege también del polen y de las partículas, pero además es eficaz contra la polución y los olores desagradables. Es de color gris.

¿Qué pasa si tu coche tiene un filtro de polen simple, pero prefieres uno más eficaz? Que no hay problema: lo puedes sustituir por uno de carbono activo, que te ofrecerá una mayor filtración del aire que entra en el habitáculo.

Cuándo hay que cambiar el filtro del habitáculo

Por todo lo que te hemos contado es importante mantener el filtro del habitáculo en buenas condiciones, ya que influye tanto en tu seguridad como en tu comodidad al conducir.

Sin embargo, no es la única razón: un filtro del habitáculo obstruido dificulta el paso del aire, provocando que los sistemas de aire acondicionado y calefacción funcionen con un flujo menor.

Esto, a su vez, provoca un sobreesfuerzo del motor para que se llegue a calentar o enfriar el aire. Y ya sabes que, cuando el motor se esfuerza de más, el consumo de combustible y las emisiones aumentan.

Así que, ¿cómo puedes asegurarte de que el filtro del habitáculo funciona perfectamente? Es muy sencillo: solo tienes que cambiarlo una vez al año.

¿Cómo se cambia el filtro del habitáculo del coche?

Para cambiar el filtro del habitáculo del coche, lo primero que debemos hacer es localizarlo. Te lo puedes encontrar en distintos lugares: en el compartimento del motor, bajo los limpiaparabrisas, bajo la guantera, cerca del pedal del acelerador…

La solución más sencilla para no perder el tiempo en buscarlo es consultar el manual de mantenimiento del vehículo. En él encontrarás la localización exacta de este filtro.

En muchos casos, el acceso al filtro es directo y rápido, pero en otros es algo más complejo. Aquí tienes dos ejemplos:

Si el filtro se encuentra detrás de la guantera, estos serían los pasos que deberías seguir:

– Desatornillar la guantera y retirarla.

– Abrir o subir la protección para liberar el filtro del habitáculo.

– Comparar el filtro usado con el nuevo.

– Rociar el nuevo filtro y las canalizaciones con elementos antibacterianos.

– Colocar el nuevo filtro en su posición.

– Volver a cerrar o colocar la protección.

– Volver a instalar la guantera.

Si el filtro se encuentra en el compartimento motor, esto es lo que deberías hacer:

– Abrir el capó del motor.

– Abrir o subir la protección para liberar el filtro del habitáculo.

– Comparar el filtro usado con el nuevo.

– Rociar el nuevo filtro y las canalizaciones con elementos antibacterianos.

– Colocar el nuevo filtro en su posición.

– Volver a cerrar o colocar la protección.

– Volver a cerrar el capó del motor.

Esperamos que hayas podido conocer un poco mejor el filtro del habitáculo, un auténtico protector de nuestra salud al que no siempre se le da la importancia debida.

Recuerda que mantener correctamente tu vehículo, aunque no lo utilices demasiado, es fundamental para asegurar tu seguridad y las prestaciones del automóvil. Aceite, filtros, neumáticos, frenos, motor… todo debe estar siempre en condiciones adecuadas.

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