La reducción de las emisiones contaminantes en los vehículos pesados marcará el desarrollo de propulsores y aceites.
Mucha gente sueña con tener una bola de cristal para ver el futuro, aunque a veces solo hace falta echar un vistazo alrededor para hacerse una buena idea de cómo será. Esto ocurre, por ejemplo, con el desarrollo de los vehículos pesados, concretamente de sus motores y de los aceites que los lubricarán. Hoy existen algunos indicios que nos ayudan a comprender cómo será su evolución.
Uno de ellos -tal vez el más importante- es el que tiene que ver con los planes de la Unión Europea (UE). El segmento de vehículos pesados es una importante fuente de emisiones contaminantes, por lo que se encuentra bajo la vigilancia constante tanto de la UE como de otros países. De hecho, las emisiones de CO2 de los vehículos pesados on-road (camiones, autobuses y autocares) representan el 24% de las emisiones de todos los tipos de transporte (barcos, coches, aviones, vehículos off-road, etc.)
Además, el segmento de vehículos pesados representa, a nivel mundial, el 57% de la demanda de lubricantes para vehículos, por lo que resulta muy importante para los fabricantes de aceites. Por esa razón, la evolución de estos vehículos tendrá un importante peso en el futuro de los lubricantes. Así que merece la pena conocerla.
Objetivo: reducir emisiones
La UE busca mantener a raya la contaminación atmosférica y, como ya hemos visto, los vehículos pesados son una importante fuente de polución. Por ese motivo, el organismo quiere reducir de manera obligatoria sus emisiones el 15% en 2025 y el 30% en 2030.
En la actualidad, existen tres métodos para conseguir estos objetivos:
– Disminuir el consumo de combustible del motor de combustión: esto se logra con nuevos diseños de motores, nuevas formas de producir la combustión y menores pesos del vehículo.
– Desarrollo y oferta de motores de gas natural: estos propulsores emiten menos emisiones de CO2 (dióxido de carbono) por kilómetro.
– Desarrollo de vehículos eléctricos: tanto híbridos como 100% eléctricos.
Disminuir el consumo
Los nuevos diseños de motores destinados a reducir el consumo de carburante en los vehículos pesados presentan nuevas exigencias a las que los lubricantes deben dar respuesta.
El primer paso que están dando en este sentido los fabricantes de aceites consiste en desarrollar lubricantes 5W-30 y 0w-30, con una baja viscosidad en frío y en caliente.
En frío se necesita una SAE baja para permitir una rápida lubricación del motor, lo que conlleva una disminución del consumo de combustible en el arranque y a una disminución del desgaste del motor. Por este motivo, para conseguir el mayor ahorro es necesario recurrir a los 0W-XX. En caliente, se está optando por los XXW-30 (XXW=5W), en lugar de los XXW-40 (XXW= 10W o 15W).
Actualmente hay fabricantes que, o bien recomiendan aceites 5W-20 para algunos de sus motores más modernos, o bien realizan ya pruebas con este tipo de lubricantes. Estos son los productos que facilitan un mayor ahorro de combustible. Por esa razón, el futuro pasa por las recomendaciones de aceites XXW-20 (XX= 0W o 5W). Eso sí, estos productos no podrán emplearse en motores anteriores porque provocarían desgastes elevados.
Las transmisiones también cuentan
En el objetivo de reducir consumo y emisiones, la automatización cuenta con un papel fundamental. Se trata de evitar que el conductor se convierta en un elemento que pueda aumentar el gasto de carburante.
Esta es una de las principales razones por las que vemos cada vez más vehículos pesados con cambio de marchas automatizado o automático. Al mismo tiempo, existen una mayor variedad de cajas de cambios automáticas en el mercado: ATM (cajas manuales automatizadas), AT (cajas automáticas con convertidor), CVT (transmisión continua variable, las de correa), o las DCT (cajas de doble embrague).
¿Cómo afecta esto a los lubricantes de las cajas de cambios? La tendencia consiste en desarrollar aceites más fluidos, tanto en caliente como en frío. En las DCT y las ATM, el mercado se decanta por aceites tipo 75W, mucho más fluidos que los 75W-80 actuales. También en las AT y las CVT se busca que la viscosidad de los aceites disminuya. En definitiva, se trata de sumar el ahorro de consumo de energía de las cajas al que obtenemos en los motores.
Los mismo ocurre en los diferenciales: ya se está preparando una nueva generación de productos, que en los nuevos vehículos puede presentar SAE 75W-80 para estos elementos.
Estos cambios requerirán que los aceites sean sintéticos y muy estables frente a las temperaturas. También que incluyan aditivaciones extremas para aportar la protección necesaria. Como resultado, los periodos entre cambios se extenderán.
En un próximo contenido te hablaremos de las motorizaciones alternativas en vehículos pesados y cómo afectarán al desarrollo de lubricantes en el futuro.